El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó hoy su "profunda tristeza" por los fallecidos y heridos durante el tiroteo ocurrido hoy en Oak Creek, Wisconsin, que se cobró la vida de 7 personas en un templo sij, y señaló que sus "oraciones están con las familias y amigos de las víctimas".
"Michelle y yo estamos profundamente entristecidos tras conocer el tiroteo que trágicamente se llevó tantas vidas en Wisconsin", indicó Obama en un comunicado divulgado por la Casa Blanca.
"En este difícil momento, la gente de Oak Creek debe saber que el pueblo estadounidense tenemos a las víctimas en nuestros pensamientos y oraciones", agregó el presidente estadounidense.
Por último, Obama lamentó que "esta pérdida se produjese en un lugar de oración", y subrayó "lo mucho que la comunidad sij ha enriquecido el país, que es parte de la gran familia estadounidense".
La matanza se produjo esta mañana en un templo de la comunidad sij en Oak Creek, un suburbio al sur de Milwaukee (Wisconsin), cuando un atacante disparó contra varios de los asistentes al culto del domingo.
El tirador también recibió con disparos al primer oficial de policía que llegó al lugar de los hechos a las 10.45 hora local, que respondió con fuego y logró finalmente abatir al atacante.
El agente de policía fue trasladado posteriormente a un centro médico donde está siendo tratado a causa de "múltiples heridas de bala", pero "su vida no corre peligro", en palabras de Bradley Wentlandt, jefe de policía del condado de Greenfield.
Cuando la policía se dispuso a inspeccionar el templo, los agentes se encontraron con cuatro cadáveres dentro del edificio y tres más afuera, entre ellos el atacante.
Por el momento, se desconocen los motivos del atentado.
El gobernador de Wisconsin, el republicano Scott Walker, ha indicado en un comunicado que las autoridades locales trabajan ya con el FBI para esclarecer los hechos.
Los sijs ("sikhs" en inglés) forman la quinta religión del mundo, una religión monoteísta nacida en la India en el siglo XVI y que cuenta con 27 millones de creyentes en todo el mundo, de los que aproximadamente 500.000 viven en Estados Unidos.