El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó hoy a Pekín para asistir a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y reunirse con su par chino, Xi Jinping, en el marco de un viaje de Estado, cuando ambos mantienen ciertos desencuentros pero acercan posturas en otros asuntos.
El Air Force One del mandatario estadounidense aterrizó en el aeropuerto de la capital china a las 09.12 hora local, tras un largo vuelo que se distribuyó en dos tramos, al parar a repostar en Alaska tras despegar desde Washington.
En su primer día en Pekín, el presidente estadounidense mantendrá encuentros bilaterales con el mandatario de Indonesia, Joko Widodo (el llamado "Obama indonesio"), y el primer ministro australiano, Toni Abbott, y participará en un foro con ejecutivos de grandes multinacionales de la APEC, en el que pronunciará un discurso.
Asimismo formará parte de un encuentro con líderes de los doce países que integran la propuesta del Acuerdo de Libre Comercio Transpacífico (TPP, siglas en inglés) entre Estados Unidos, Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.
Pese a que no se prevé que sea firmado durante la cumbre de la APEC (10 y 11 de noviembre), China vigila de cerca los avances en las negociaciones, ya que, ausente en el mismo, lo ve como una amenaza a su poderío en la región.
China y Estados Undidos se han enfrentado el pasado año por la seguridad de la región Asia-Pacífico (adonde Washington pretende trasladar el 60 por ciento de su flota para 2020), el supuesto ciberespionaje mutuo, o, entre otros temas, la reciente iniciativa de Pekín de crear un banco de infraestructura asiático (como supuesto contrapeso al Banco Asiático de Desarrollo, dominado por Japón).
Pero las potencias también han acercado posturas en otros asuntos. La lucha contra el cambio climático es desde hace tiempo una batalla compartida, así como las negociaciones con Irán, la coordinación ante la amenaza nuclear norcoreana, el terrorismo o la mayor presencia de China en Afganistán tras la retirada de la OTAN.
Así lo destacó recientemente el ex consejero de Seguridad Nacional de Obama, Tom Donilon, en una charla auspiciada por la Institución Brookings, en la que también subrayó que la estrategia americana del "reequilibrio" en la región Asia-Pacífico "no es un esfuerzo por contener a China".
"Se trata más bien de construir una plataforma para continuar con nuestros esfuerzos de asegurar un desarrollo pacífico", dijo.
No obstante, China se muestra suspicaz ante estos planes y, con frecuencia, reitera su interés en crear un "nuevo modelo de relaciones con Estados Unidos" para evitar que una potencia creciente entre en conflicto con la existente, tal y como aseguró la pasada semana en Pekín Wang Yiwei, director del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad china de Renmin.
El viaje de Obama, que llega tras haber sufrido una dura derrota en las elecciones de la pasada semana, ha estado precedido por varias visitas preparatorias, como la del consejero de Estado chino, Yang Jiechi, en octubre a Boston; o las del enviado especial para el Cambio Climático, Todd Stern, y la asesora de Seguridad Nacional de EEUU, Susan Rice, a Pekín en septiembre.
El sábado, fue el secretario de Estado, John Kerry, quien estuvo en Pekín para participar en los preparativos de la cumbre de la APEC.
Tras su paso por China, Obama viajará el miércoles a Birmania, donde asistirá a las cumbres de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y del foro Asia Oriental, y concluirá su gira asiática en Australia para participar el sábado en la cumbre de líderes del G20.