El Presidente estadounidense, Barack Obama, se manifestó hoy muy preocupado por la situación en Irán, al decir que "los gobiernos no deberían proceder así con sus pueblos".
Agregó que si bien la historia demostró que no es sensato que Estados Unidos se inmiscuya en los asuntos de Teherán, cuando "opiniones pacíficamente divergentes son reprimidas", Washington se preocupa.
Obama consideró que actualmente está sucediendo algo importante en Irán. La gente quiere "más apertura, más debates y más democracia" y las voces del pueblo no deberían ser reprimidas, señaló.
Tras el controvertido resultado de las elecciones presidenciales del pasado viernes, cientos de miles de iraníes se lanzaron a las calles y analistas temen un levantamiento popular no limitado a Teherán.
Este martes se les impuso a los medios extranjeros en Irán una estricta prohibición de informar sobre las manifestaciones previstas por los seguidores de la oposición, después de que el lunes las imágenes de la violencia y los disturbios dieran la vuelta al mundo.
Por su parte, el Departamento de Estado norteamericano calificó hoy de "inaceptable" el uso de la violencia contra manifestantes que protestan por los resultados de los comicios presidenciales en Irán.
El portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, instó a las autoridades a respetar el derecho de las personas a expresarse pacíficamente y expresar sus posturas políticas.
"Cualquier uso de violencia contra manifestantes pacíficos desarmados es inaceptable", dijo Kelly.