El presidente de EE.UU., Barack Obama, la canciller de Alemania, Angela Merkel, y el mandatario de Francia, François Hollande, amenazaron a Rusia con más sanciones si no da "pasos concretos e inmediatos" para rebajar la tensión en el este de Ucrania, informó la Casa Blanca.

Obama conversó por separado con Hollande y con Merkel, y los tres coincidieron en "la necesidad de que Rusia retire la presencia desestabilizadora de sus militares en la frontera con Ucrania, detenga el flujo de armas y militantes y ejerza su influencia entre los separatistas para que renuncien a la violencia".

"Los tres acordaron que, si Rusia no da pasos inmediatos y concretos para rebajar la tensión en el este de Ucrania, EE.UU. y la Unión Europea (UE) coordinarán pasos adicionales para imponer costes a Rusia", señaló la Casa Blanca en un comunicado.

Los mandatarios mostraron, además, su respaldo al plan de paz anunciado por el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, que incluye una declaración de "alto el fuego unilateral" de una semana. 

El Elíseo ya había informado unas horas antes sobre la conversación telefónica entre Obama y Hollande e indicó que ambos líderes instaron al presidente ruso, Vladímir Putin, a responder al gesto de paz de Poroshenko con nuevos pasos que disminuyan la tensión en el terreno, con el fin de "retomar las negociaciones".

El Departamento de Estado estadounidense advirtió que Rusia está concentrando más tropas en la frontera con Ucrania, incluidas fuerzas especiales, y ha acumulado artillería para apoyar a los separatistas.

"Se trata de la vez que las tropas rusas han estado más cerca de territorio ucraniano desde su invasión de Crimea", indicó la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.

Rusia mantiene un pulso con la comunidad internacional, que le ha instado a retirar las tropas de la frontera, mientras el Kremlin ha negado que concentre tropas en las zonas limítrofes con Ucrania y sostiene que solo refuerza las medidas de vigilancia en esa área.

En sus conversaciones con Merkel y Hollande, Obama también planteó su "preocupación por la situación en Irak" y la amenaza presentada por el grupo yihadista suní del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), que ha tomado segunda ciudad del país, Mosul, y se ha impuesto en varias zonas del norte de esa nación.