El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no realizó ninguna llamada telefónica a las autoridades libias la noche del ataque al consulado en Bengasi (Libia) en el que murieron cuatro estadounidenses, según explicó hoy la Casa Blanca.
Así lo indicó Kathryn Ruemmler, una de las asesoras legales de Obama en una carta enviada a un grupo de senadores que había pedido a la Casa Blanca que aclarara si el mandatario hizo alguna gestión con el Gobierno libio esa noche, conseguida por el diario Político.
Según expuso Ruemmler en la misiva enviada este jueves a los tres senadores republicanos en respuesta a su petición del 12 de febrero, el presidente Obama telefoneó al presidente libio, Mohamed el Magariaf, al día siguiente del ataque.
Ruemmler explica que fue la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, la que llamó a Magariaf la noche del 11 de septiembre "en nombre del presidente" para coordinar el "apoyo adicional" para proteger a la población estadounidense en Libia y acceso al territorio libio.
"En ese momento, el presidente Magariaf expresó su condena y sus condolencias, y la plena cooperación de su Gobierno. El presidente habló con Magariaf en la tarde del 12 de septiembre", agrega la misiva.
Los senadores John McCain (Arizona), Lindsey Graham (Carolina del Sur) y Kelly Ayotte (Nuevo Hampshire) enviaron una carta al presidente el martes en la que preguntaban si "durante las ocho horas que la misión estadounidense estuvo bajo ataque habló personalmente con algún miembro del Gobierno libio para pedir ayuda para el personal estadounidense".
En el ataque murieron el embajador Chris Stevens y otros tres empleados del gobierno.
Los republicanos han amenazado con bloquear los nominados propuestos por Obama para dirigir el Pentágono, Chuck Hagek, y la Agencia Central de Inteligencia, John Brennan, si la Casa Blanca no da más información sobre la respuesta que dio esa noche, ya que consideran que fue insuficiente.