El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunciará hoy su intención de nominar al alcalde hispano de San Antonio (Texas), Julián Castro, como su nuevo secretario de Vivienda y Desarrollo Urbanístico, adelantaron este viernes fuentes de la Casa Blanca.

Observadores coinciden en señalar que el anuncio -que se esperaba desde hace días- constituye un empujón definitivo a la ya de por sí meteórica carrera del joven demócrata, de 39 años, en quien muchos ven ya una posible candidatura a la vicepresidencia como compañero de fórmula de Hillary Clinton de cara a las elecciones presidenciales de 2016. 

Más allá de especulaciones, la nominación supone otro guiño directo al influyente electorado latino, puesto que, de ser confirmado por el Senado, Castro se convertirá en el tercer hispano en el gabinete de Obama, después del secretario de Trabajo, Thomas Pérez, y de la directora de la Administración de la Pequeña Empresa, María Contreras-Sweet de origen, como Julián Castro, mexicano.

De acuerdo con las fuentes, Obama hará el anuncio oficial a las 15:35 en la Casa Blanca. Castro debe sustituir al frente del Departamento de Vivienda a Shaun Donovan, quien a su vez se va al frente de la oficina de presupuesto. Ese cargo estaba ocupado hasta ahora por Sylvia Burwell, a quien Obama nominó el mes pasado como próxima secretaria de Salud. 

La Casa Blanca defendió la elección de Castro al frente del Departamento de Vivienda por su trabajo como alcalde en San Antonio, donde, señalaron las fuentes, realizó una enorme tarea de revitalización urbana en los últimos años.

Pero en una muestra de que la nominación mira algo más allá de sus méritos urbanísticos, a la par afirmaron que Castro "ejemplifica el sueño americano. Educado en un humilde hogar mexicano-americano, su trabajo duro y dedicación le ha hecho merecer el título de estrella creciente que está lista para un papel nacional", señalaron.

De ser confirmado, Julián Castro se reunirá en Washington con su hermano gemelo, Joaquín, quien es congresista por Texas y que también está ejerciendo un papel relevante en otra lucha de la Casa Blanca, la reforma migratoria.