El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió que Washington tome medidas audaces para revertir las tendencias económicas que perjudican a los trabajadores y la clase media, en vísperas del feriafo del Día del Trabajo en ese país.
Obama señaló que durante más de una década los trabajadores han sufrido el estancamiento de sus salarios e ingresos, "aún cuando se elevan las ganancias corporativas y el salario de unos cuantos pocos afortunados se dispara".
El mandatario recordó que ha viajado a distintos estados del país en los últimos meses para presentar ideas sobre cómo fortalecer la clase media.
La desigualdad ha incrementado continuamente, se ha dificultado el camino al ascenso social y "la sombra de la pobreza" empaña a los ciudadanos estadounidenses, señaló.
"Revertir esa tendencia necesita ser la más alta prioridad de Washington", para de esa forma fortalecer lo que significa pertenecer a la clase media en Estados Unidos: trabajadores bien remunerados, una buena educación, vivienda propia, un seguro médico, una jubilación asegurada y más oportunidades para quienes quieren ingresar en la clase media, resumió Obama.
"No será fácil revertir las fuerzas que han conspirado durante décadas contra los trabajadores estadounidenses. Pero si tomamos medidas audaces, y si Washington está dispuesto a unirse en torno a un solo propósito y determinación, lo lograremos", aseguró.
"Durante generaciones, fue la clase media la que hizo que nuestra economía fuese la envidia del mundo. Mientras sea presidente, continuaré luchando para asegurar que eso ocurra de nuevo", puntualizó.
Las delacaraciones de Obama se producen después que el jueves pasado miles de trabajadores de comida rápida en unas 60 ciudades del país se declararon en una huelga de 24 horas para exigir un aumento del salario mínimo de US$9 a US$15s por hora en su sector, y el derecho a organizarse sin temor a represalias.
Empleados de McDonald's, Wendy's, Subway, Burger King y de otras cadenas de restaurantes abandonaron sus tareas para realizar protestas contra una industria que factura miles de millones de dólares anuales y es acusada de pagar salarios bajos y ofrecer empleos de medio tiempo y sin beneficios.
Los organizadores de la huelga nacional explicaron que el salario mínimo actual establecido por el gobierno federal, que en la actualidad es de US$7,25 por hora, no permite condiciones de vida decentes.