El Presidente de Estados Unidos Barack Obama avaló hoy una demanda clave para los palestinos en lo que se refiere a las fronteras de lo que ellos buscan como un Estado futuro, y presionó a Israel a que admita que nunca podrá tener una nación verdaderamente pacífica si se basa en una "ocupación permanente".

En un amplio discurso sobre los cambios en Medio Oriente y el norte de Africa, el mandatario estadounidense hizo un cambio significativo en el enfoque de Estados Unidos hacia el debate sobre la relación de Israel y los palestinos al instar que un futuro Estado palestino se base en las fronteras de 1967, es decir, antes de la Guerra de los Seis Días, en la que Israel ocupó Jerusalén Oriental, Cisjordania y la Franja de Gaza.

"Las fronteras de Israel y Palestina deben basarse en las líneas de 1967 con intercambios acordados mutuamente, de modo que se establezcan fronteras seguras y reconocidas para ambos Estados", subrayó el presidente estadounidense. Agregó que "el pueblo palestino debe tener el derecho al autogobierno, y a alcanzar su potencial, en un Estado soberano y contiguo", y aseguró que resolver el conflicto entre esos dos pueblos "es más urgente que nunca" en momentos en los que toda la región busca cambios políticos.

Obama dijo estar convencido de que "la mayoría de israelíes y palestinos prefieren mirar hacia el futuro que seguir atrapados en el pasado". Según un análisis de la agencia Efe esta posición realmente no es nueva en el gobierno estadounidense, pues Bill Clinton ya la había formulado en los años noventa. Pero sí es la primera vez en que Obama se refiere específicamente a ella.

Las palabras del Presidente de EEUU provocaron una respuesta negativa inmediata del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien se reunirá con el mandatario estadounidense en la Casa Blanca este viernes.

A través de un comunicado desde Jerusalén, Netanyahu dijo que los límites de 1967 eran "indefendibles" y alegó que una retirada como la sugerida por Obama pondría en peligro la seguridad de Israel y dejaría los principales asentamientos en Cisjordania fuera de las fronteras israelíes, aunque Obama dejó espacio para que se hagan ajustes mediante negociaciones.