A una semana de dejar la Casa Blanca y quizá en una de sus últimas medidas, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, puso fin este jueves a la política que permitía a los cubanos la posibilidad de obtener la residencia permanente un año después de llegar a suelo norteamericano incluso si lo hacían ilegalmente.
El fin de la política, conocida como "pies secos, pies mojados", tuvo efecto inmediato, en cuanto se hizo público, en la tarde del jueves.
"Los cubanos que traten de ingresar al país ilegalmente, que no califiquen para alivio humanitario, estarán sujetos a remoción, de acuerdo con las leyes y prioridades de Estados Unidos", expresó Obama en una nota divulgada este jueves.
La norma que fue implementada en 1995 por el Presidente Bill Clinton como una revisión de una política migratoria, tras el éxodo masivo de balseros de 1994, permitía a los cubanos permanecer en Estados Unidos si lograban llegar a tierra firme sin ser interceptados.
Según recordó la cadena Univisión, como el gobierno cubano se negaba entonces a aceptar deportaciones de cubanos desde EE.UU., la Administración Clinton llegó a un acuerdo con La Habana para devolver a los balseros que fueran interceptados en el mar ("pies mojados"), mientras que Washington aceptaría a los que tocaran tierra firme ("pies secos").
Pero a partir de ahora, con la eliminación de la norma de "pies secos, pies mojados", los cubanos deberán tramitar su visa como cualquier extranjero que quiere ingresar a Estados Unidos.
El fin de esa política era un reclamo que mantenía desde hace mucho tiempo el gobierno de Cuba para avanzar en la política de normalización de las relaciones bilaterales que los viejos enemigos comenzaron en diciembre de 2014, consignó EFE.
La política de 1995 era una enmienda a la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que otorga autoridad al secretario de Justicia de EE.UU. para permitir que los cubanos obtengan la residencia permanente un año después de su llegada al país.
La acción ejecutiva de Obama también elimina el programa que acogía a los médicos cubanos que desertaban de las misiones internacionales, implementado por el Presidente George W. Bush en 2006 y conocido como Cuban Medical Professional Parole (CMPP).
El anuncio es el resultado de negociaciones de meses entre La Habana y Washington, y en las que la isla dijo que permitirá que quienes sean rechazados por Estados Unidos vuelvan al país. Los cubanos no dieron ninguna garantía sobre el tratamiento que recibirán quienes sean deportados, pero algunas fuentes estadounidenses sostuvieron que la solicitud de asilo político sigue siendo una opción para los que teman sufrir persecución si regresan.
Aunque solo el Congreso de Estados Unidos puede acabar con la Ley de Ajuste Cubano, se trata de una legislación que da mucha flexibilidad al secretario de Justicia para aplicarla, por lo que no está claro aún cómo pretende manejar la situación el gobierno de Obama, que junto al Presidente cubano, Raúl Castro, anunciaron el 17 de diciembre de 2014 un histórico deshielo para poner fin a medio siglo de enemistad y hostilidades.
Por su parte, el futuro Presidente norteamericano Donald Trump ha adoptado una posición más estricta en lo que respecta a las relaciones de EE.UU. con Cuba. De hecho, ha amenazado con poner fin al restablecimiento diplomático iniciado por Obama a no ser que el gobierno cubano firme con él "un acuerdo mejor". Según The Associated Press, Trump podría revertir el cambio de la política de "pies secos, pies mojados" una vez que asuma el puesto.
Según datos oficiales, durante el último año fiscal -entre el 1 de octubre de 2015 y el 30 de septiembre de 2016- 46.635 cubanos llegaron por mar a EE.UU. Eso es casi el doble que en el año fiscal 2014-2015.