El discurso anual del Estado de la Unión es quizás el evento más importante del calendario político de Estados Unidos. Y en esta ocasión, el Presidente norteamericano, Barack Obama, se enfrentará a un escenario especialmente complejo para llevar a cabo su discurso: será la primera vez desde su elección en 2008 que tendrá que dirigirse a los dos cámaras del Congreso totalmente controlados por el opositor Partido Republicano.
Es en este contexto en que Obama propondrá un aumento de impuestos a los norteamericanos más ricos y también a grandes entidades financiaras, para así poder recortar los tributos a la clase media, según fuentes de la Casa Blanca citadas por The New York Times.
Con este plan, el mandatario pretende recaudar US$ 320.000 millones en 10 años y reducir en US$ 175.000 millones los impuestos para las familias trabajadoras.
La supresión de este beneficio golpearía en forma exclusiva al 1% de los contribuyentes y el 80% del esfuerzo afectaría al 0,1% del sector más pudiente, es decir aquellos que cuyos ingresos superan dos millones de dólares anuales.
El plan del Presidente demócrata, que concluye su segundo y último mandato en 2016, se enfrentará a una gran oposición en el Congreso, no obstante, la medida serviría para plasmar la voluntad del Partido Demócrata de aumentar la presión fiscal sobre el 1% de los hogares con mayores recursos, con la meta de financiar nuevas ayudas para la clase media norteamericana.
El proyecto también propone aumentar el impuesto a las plusvalías y dividendos del 23,8% al 28% para las parejas con ingresos superiores a US$ 500.000 al año y también eliminar una exención al impuesto sobre la herencia.
También establece una nueva tasa sobre los bancos con activos superiores a US$ 50.000 millones. La recaudación correspondiente serviría para financiar créditos impositivos y otros beneficios para la clase media. Entre los destinatarios de esa ayuda se menciona a estudiantes a los que se ofrecerían dos años de matrícula gratis en el colegio, lo que supondría unos US$ 60 millones en una década, según el Times.
Dirigentes republicanos han asegurado que coinciden con Obama sobre la necesidad de reformar el código impositivo, pero se oponen a muchas de las propuestas que el mandatario realizará mañana. La mayoría de los republicanos quiere reducir o eliminar el impuesto sobre la plusvalía y poner fin a los impuestos sobre la herencia.
"La economía es estable y se está creando el momento adecuado. Ahora tenemos que asegurarnos de que la economía beneficie a todos", dijo el mandatario el jueves en Baltimore.
Tras años de declive, la economía norteamericana ha comenzado a repuntar. El desempleo llega a un 6%, el más bajo en la última década. Y el país creció a una tasa anualizada del 5% en el tercer trimestre de 2014, por encima del 3,9% estimado previamente, la mayor registrada en un trimestre desde mediados de 2003.
No obstante, legisladores republicanos rechazaron el plan fiscal de Obama por financiarse con un aumento de impuestos y no con recortes presupuestarios.
El senador republicano, Marco Rubio aseguró ayer que el modelo "está desfasado" y criticó la idea del alza de impuestos a los más ricos. "Aumentar los impuestos a aquellos que tienen éxito no va a hacer a aquellos que tienen problemas más exitosos", indicó.
También se prevé que Obama proponga la gratuidad de enseñanza en institutos técnicos y nuevas normas de ciberseguridad.
Luego del discurso visitará dos universidades, la de Boise en Idaho y la Universidad de Kansas, para darle especial énfasis a su programa de educación.