En medio de una aclamación del público que le obligó a dilatar el comienzo de su discurso, el Presidente Barack Obama se despidió tras ocho años en el poder y a solo diez días del cambio de mando. "Esta noche es mi turno de decir gracias", dijo al subir al escenario del Centro de Convenciones McCormick Place de Chicago.
"He aprendido de ustedes todos los días; ustedes me hicieron un mejor presidente y una mejor persona", agregó el mandatario, que subió a la tarima principal en medio de un diseño comunicacional destinado a una concurrencia multitudinaria, escoltado por los sones de U2 y ante el grito de un público que le pedía "otros cuatro años".
"El trabajo de la democracia es difícil y a veces sangriento. Pero Estados Unidos siempre se movió hacia adelante", subrayó. "Ustedes fueron el cambio, debido a ustedes prácticamente en todos los parámetros Estados Unidos es un país más fuerte", señaló ante más de 20 mil asistentes.
"Estamos todos juntos (...) Nos paramos o nos levantamos como uno solo", continuó. El mandatario advirtió sobre los desafíos que enfrenta la nación en materia de combate contra el racismo y con miras a promover el desarrollo de una cultura del respeto y de la tolerancia. Por otra parte, negar la existencia del cambio climático, puntualizó, "es traicionar a las futuras generaciones".
Política exterior
Tras asegurar que con el respaldo obtenido durante su gestión hoy Estados Unidos ha progresado, no ahorró términos para señalar que "somos la nación más respetada del mundo", y que en ocho años de administración ninguna organización terrorista extranjera ha logrado ejecutar un atentado en territorio norteamericano.
El Presidente abogó porque EE.UU. se mantenga "vigilante, pero no asustado" en la esfera mundial, al defender que las dos otras potencias que luchan por la hegemonía global, Rusia y China, no la obtendrán a no ser que el país cambie drásticamente.
"Rivales como Rusia o China no pueden superar nuestra influencia en todo el mundo, a no ser que renunciemos a lo que defendemos, y nos convirtamos en otro país grande que abusa de sus vecinos más pequeños", dijo anoche Obama en su último discurso como mandatario.
Junto con formular un encendido llamado a los norteamericanos a creer en la posibilidad de lograr un cambio, exclamó: ¡Sí, lo hicimos!".
Con lágrimas asomando a su rostro hacia el final de su alocución, el Presidente dedicó sentidas palabras a su familia por el activo apoyo brindado durante su conducción del país. En particular, dedicó su reconocimiento, en ese sentido, a su esposa, Michelle Obama. "Michelle, en estos 25 años fuiste mi esposa, madre de mis hijas y mi mejor amiga", manifestó.
Barack Obama anunció, asimismo, que estará en la asunción de Donald Trump, el próximo 20 de enero, aunque no le gusta que haya ganado. "Le garanticé al Presidente Trump que le haré fácil la transición; así como el Presidente (George W.) Bush lo hizo conmigo", adelantó.