El Presidente de EE.UU., Barack Obama, llegó hasta la base aérea de Dover, en Delaware, para asistir a la ceremonia de recepción de los cuerpos de los 30 soldados estadounidenses que murieron el sábado al ser derribado su helicóptero en Afganistán y se reunió con familiares de los militares.
Los cuerpos venían en dos aviones C-17, según informó el Pentágono.
A su llegada a Dover, el Presidente, cuyo desplazamiento no se había anunciado públicamente por motivos de seguridad, fue escoltado a los aviones, donde permaneció un tiempo para rendir homenaje privado a los fallecidos.
A continuación, según informaron integrantes de la comitiva presidencial, el mandatario se reunió en un edificio de la base durante cerca de 70 minutos con familiares y compañeros de los soldados muertos.
Según las fuentes, Obama, acompañado por el secretario de Defensa, Leon Panetta, y el jefe de Estado Mayor, el almirante Mike Mullen, entre otros, ofreció sus condolencias y su profundo agradecimiento por el servicio y el sacrificio de sus deudos.
Obama debía haber participado hoy en un acto para anunciar nuevos estándares de consumo para los vehículos pesados en Springfield, en Virginia, pero el evento se canceló para que el presidente pudiera acudir a Dover.
"Dado que los restos no están identificados en este momento, los familiares directos no están en posición de dar su permiso para que los medios accedan al traslado", dijo en un comunicado la portavoz del Pentágono Jane Campbell. Los cuerpos que hoy llegaron corresponden a 22 integrantes del comando de Operaciones Especiales de la Marina (Seals), tres controladores de la Fuerza Aérea y cinco tripulantes del helicóptero "Chinook", que murieron cuando el aparato fue derribado por los talibanes.
Junto a ellos fallecieron siete soldados afganos y un intérprete civil. El incidente es, según la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), el que ha causado más muertes de soldados estadounidenses en una sola acción dentro de la misión en Afganistán.
NOMBRES
Hasta el momento el Pentágono no ha dado a conocer los nombres de los fallecidos, dado que el estado en el que quedaron los restos tras el incidente no ha permitido su identificación aún. Tras su llegada a la base, los equipos forenses militares procederán a su identificación mediante pruebas de ADN, huellas dactilares e historial dental, explicó el responsable de relaciones externas de la base de Dover, Van Williams.
Según medios estadounidenses, los Seals muertos formaban parte del Equipo 6, un grupo de elite del que procedía el comando que dio muerte al líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama Bin Laden, en mayo pasado en Pakistán.
El Pentágono precisó que los integrantes de ese comando no figuran entre las bajas en Pakistán. Medios estadounidenses destacan que, dado que el Equipo 6 está formado por cerca de 200 soldados, será difícil reemplazar a los desaparecidos, que representan aproximadamente el 10 % del total.