El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, se reunieron hoy de forma privada en la Casa Blanca mientras ambas partes intentan llegar a un acuerdo para evitar el abismo fiscal ("fiscal cliff").
La Casa Blanca y los republicanos se acusan mutuamente por no poder alcanzar un acuerdo. Los demócratas acusan a los republicanos de negarse a aumentar los impuestos para los más ricos, mientras que los conservadores culpan a Obama de no manejar bien los gastos del gobierno.
"Lamentablemente, la Casa Blanca se toma tan poco en serio el recorte de gastos que parece estar frenando cualquier acuerdo y estar encaminando nuestra economía al abismo fiscal", afirmó Boehner hoy más temprano.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, no especificó en qué punto se encuentran las negociaciones pero insiste en que las reuniones personales no son la única manera de avanzar.
"El presidente tiene un plan. El presidente ha sido muy específico. Entiende que no logrará todo lo que figura en su plan", dijo Carney.
"Está preparado para negociar. Pero no es sostenible decir que los recortes de impuestos para los más ricos deberían ser permanentes. Eso no va a pasar. El presidente lo ha dejado en claro".
Los republicanos realizaron una contrapropuesta el martes a una oferta hecha por Obama en un esfuerzo por alcanzar un acuerdo para evitar los recortes de presupuesto y aumentos de impuestos que entran en vigor en enero.
Las dos partes esperan poder reemplazar estas medidas con recortes menos severos, pero están empantanados con el tema de los aumentos de impuestos para los más ricos y sobre cuánto recortar programas de gobierno.
Obama y Boehner se habían reunido personalmente el domingo.
La combinación de recortes del presupuesto federal y el aumento de impuestos podrían significar un agujero de 600.000 millones de dólares sólo en 2013, lo que podría sumir a Estados Unidos en la recesión.