El Presidente de EEUU, Barack Obama dijo hoy que su plan de suspender las deportaciones y ofrecer permisos de trabajo por dos años a inmigrantes no autorizados menores de 30 años y que reúnan ciertas características hace al sistema migratorio "más justo y más eficiente".
"Es la medida correcta", dijo el mandatario en la Casa Blanca horas después de que la secretaria de seguridad nacional Janet Napolitano anunciara la medida que ofrece un alivio temporal y por vía administrativa a cientos de miles de personas que esperan beneficiarse del proyecto de ley Dream Act.
Obama remarcó que "esto no es una amnistía, esto no es inmunidad. Esto no es una vía para la naturalización, no es una solución permanente. Esto es una medida temporal".
"No tiene sentido expulsar a jóvenes talentosos", dijo el Presidente y añadió que tomaba la medida ante la falta de decisión del Congreso "para reparar nuestro sistema quebrado".
El anuncio ocurre días después de que activistas a favor del Dream Act depusieran una huelga de hambre y anunciaran planes de tomar oficinas de campaña de Obama para presionarlo a emitir una orden ejecutiva que detenga las deportaciones, mientras el mandatario corteja activamente el voto hispano, crucial en varios estados, en su búsqueda de la reelección en noviembre.
MEDIDA
El centro de estudios Pew Hispanic Center estimó que la medida podría beneficiar a 1,4 millón de personas, incluyendo a 700.000 inmigrantes no autorizados de entre 18 y 30 años que ingresaron a Estados Unidos como niños y que actualmente cursan estudios o ya terminaron la secundaria, y a otras 700.000 personas menores de 18 años y que cursan estudios. El segundo grupo incluye a 150.000 estudiantes de secundaria.
Los republicanos criticaron con dureza la medida. El presidente del comité judicial de la cámara baja Lamar Smith lo calificó de "traición" al pueblo estadounidense porque "este enorme cambio de política tiene consecuencias horribles para los estadounidenses desempleados en busca de trabajo y viola el juramento del Presidente Obama de respetar las leyes".
Los beneficiarios de esta medida necesitan haber ingresado a EEUU cuando eran menores de 16 años, haber residido de manera continua en el país durante los últimos cinco años y encontrarse actualmente en su territorio, cursar estudios actualmente, haber culminado la educación secundaria, obtenido un certificado de educación general (GED por sus siglas en inglés) o haber servido en las Fuerzas Armadas y la Guardia Costera.
También necesitan no haber sido sentenciados por delitos mayores, por faltas menores importantes, ni representar amenaza alguna a la seguridad pública. Los inmigrantes no autorizados menores de 16 años no podrán solicitar la anulación de su proceso de deportación, pero funcionarios dijeron que no serán deportados.
DREAM ACT
Los requisitos coinciden con los estipulados en el Dream Act, aprobado por la Cámara Baja en 2010 pero que no obtuvo los votos necesarios en el Senado y que buscaba beneficiar a un grupo de personas con esas características. Sin embargo, Napolitano dejó claro que el beneficio administrativo anunciado el viernes será otorgado tras evaluar cada solicitud por separado, igual que la entrega de permisos de trabajo.
Napolitano agregó que la medida podría beneficiar a unas 800.000 personas aunque todo dependerá de cuántos jóvenes acudan a las oficinas de inmigración para demostrar que cumplen con los requisitos, e insistió en que no se entregarán tarjetas de residencia permanente a estos jóvenes: la medida es tan sólo temporal y el procedimiento deberá renovarse dentro de dos años. "Sigo urgiendo al Congreso a que apruebe el Dream Act", dijo.
La medida administrativa se asemeja a otro proyecto de ley que prepara el senador republicano Marco Rubio, quien se perfila con posibilidades de optar a la vicepresidencia junto al candidato Mitt Romney. Rubio no criticó el anuncio, pero dijo que dificultaría alcanzar una solución permanente.
Numerosos legisladores demócratas expresaron su beneplácito. El senador Dick Durbin, autor de proyecto de ley del 2010, calificó la decisión como un "momento humanitario histórico". Julio Calderón, un hondureño sin papeles que llegó a los 16 años a Estados Unidos y vive en Miami, reaccionó con alegría.
"Es como un primer paso porque falta mucho, hay muchos padres que siguen siendo deportados", dijo a la AP. "Es un paso correcto... es algo que le quitará el miedo a muchos estudiantes indocumentados", agregó. "Es el principio. Ojalá que también empiece a beneficiar a nuestras familias, a nuestros papás", señaló.
Organizaciones pro inmigrantes y de la comunidad hispana han criticado a Obama no sólo por incumplir su promesa de lograr una reforma migratoria integral sino por haber deportado una cifra sin precedentes de casi 400.000 personas en 2010 y 2011.
Mientras Obama reiteraba sus acusaciones de que la bancada republicana en el congreso obstruye cualquier intento de lograr una reforma migratoria, las autoridades migratorias han adoptado varias medidas administrativas en un intento por limitar las deportaciones a criminales y personas que reingresan ilegalmente a Estados Unidos.
Hasta el momento, la Oficina de Inmigración y Aduanas ha revisado más de 232.000 procesos de deportación y decidió anular 20.000, de los cuales 4.000 han decidido litigar en los tribunales para obtener un permiso de trabajo.
Un sondeo elaborado por NBC News/Wall Street Journal el mes pasado determinó que Obama aventaja a Romney entre el electorado hispano 61 a 27%.
El anuncio se produjo poco antes de que la Corte Suprema emita un fallo sobre la ley migratoria vigente en el estado de Arizona desde 2010, la cual requiere a la policía pedir documentos a cualquier detenido sobre cuyo estatus migratorio tengan sospechas. El Departamento de Justicia acudió a la vía legal para anular la ley.