El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el líder de la oposición siria, Ahmad Jarba, reafirmaron su compromiso para buscar una solución política al conflicto sirio que incluya una transición hacia un nuevo gobierno, informó la Casa Blanca en un comunicado.
Obama se unió este martes a la reunión de su principal asesora de Seguridad Nacional, Susan Rice, con Jarba, de visita en EE.UU. desde la semana pasada, ocasión que el opositor ha aprovechado para entrevistarse también con el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, y miembros del Congreso.
"El presidente Obama y la asesora Rice reafirmaron que (el presidente sirio) Bashar al Asad ha perdido toda su legitimidad para gobernar Siria y que no tiene lugar en el futuro del país", explicó la Casa Blanca en su nota.
Añadió que "el presidente Obama alentó a Jarba a trabajar por un gobierno incluyente que represente a todo el pueblo de Siria".
Jarba agradeció a Obama los 287 millones de dólares en ayuda no letal, su apoyo a la coalición que lidera, así como la cooperación humanitaria de Estados Unidos en Siria y en la región.
La visita del presidente de la oposición moderada del Consejo Nacional Sirio (CNS) se produce una semana después de que el Departamento de Estado de EE.UU. concediera estatus diplomático a ese grupo para reforzar el reconocimiento a una oposición debilitada en el terreno militar por las tropas de Bachar al Asad.
Estados Unidos elevó el estatus del CNS a "misión extranjera", mientras que en marzo Obama ordenó el cierre de la embajada siria en Washington y revocó el estatus diplomático de todos sus empleados.
La superioridad militar sobre el terreno de las tropas de Al Asad le ha llevado a no ceder en las conversaciones de paz de Ginebra y a convocar elecciones presidenciales, en las que no tiene rivales de peso y con toda seguridad saldrá reelegido.
Estados Unidos volvió a oponerse este martes a esa convocatoria de elecciones, ya que no son coherentes con el plan de paz acordado por el enviado de Naciones Unidas, Lakhdar Brahimi, que contemplaba un proceso de transición y de reconciliación entre las facciones enfrentadas.