El Presidente de EE.UU., Barack Obama, y la canciller alemana, Angela Merkel, se mostraron preocupados y lamentaron el ataque contra un autobus militar en el aeropuerto de Frankfurt en el que hoy murieron dos soldados estadounidenses y dos más fueron heridos.

En una aparición sorpresa en la sala de prensa de la Casa Blanca, Obama dijo estar "entristecido" y "escandalizado", aunque no quiso pronunciarse acerca de si se trata de un acto terrorista.

También el mandatario norteamericano aseguró que no ahorrará "ningún esfuerzo" para llevar a los responsables ante la justicia e insistió que su gobierno se encuentra en estrecho contacto con las autoridades alemanas para esclarecer los hechos.

Este incidente "nos recuerda los extraordinarios sacrificios a los que se someten nuestros hombres y mujeres en uniforme en todo el mundo", indicó Obama, quien expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y su deseo de mejora a los heridos.

Merkel, por su parte, se declaró en Berlín "conmocionada" por el incidente, expresó su "apoyo" y solidaridad a los familiares de las víctimas y a los ciudadanos estadounidenses en Alemania en general, y aseguró que su Ejecutivo hará todo lo posible para que este suceso se aclare "rápidamente".

El tiroteo tuvo lugar esta tarde en la terminal dos del aeropuertoo alemán, cuando un joven de origen kosovar de 21 años presuntamente disparó contra un vehículo militar de transporte de soldados, matando a dos personas e hiriendo gravemente a otras dos.

El presunto autor de los disparos, que también portaba un cuchillo, huyó tras el tiroteo pero fue detenido posteriormente por agentes policiales.

Todavía se desconoce el motivo de este presunto doble homicidio, según aseguró el ministro del Interior del estado federado de Hesse, el cristianodemócrata Boris Rhein, quien tampoco descartó que se pudiera tratar de un ataque terrorista. "De momento no se puede descartar nada", señaló Rhein.

El aeropuerto internacional de Frankfurt, por el que pasan anualmente unos 50 millones de viajeros, es empleado por el Ejército de Estados Unidos para operar vuelos militares.