Apenas dos días después de haberse enfrentado en un intenso y a veces agrio debate, Barack Obama y Mitt Romney asistieron esta noche en Nueva York a una cena benéfica en la que ambos candidatos a la Casa Blanca pronunciaron unos discursos llenos de bromas y sentido del humor.
El evento, celebrado en el exclusivo hotel Waldorf Astoria, estaba organizado por la archidiócesis católica de Nueva York y la Fundación por la memoria de Alfred E. Smith.
"Esta noche estamos aquí hablando como si el martes no hubiese pasado nada, me habría gustado que el presidente hubiese traído a Joe Biden, que se ríe siempre tanto", comentó Romney aludiendo al debate entre los dos candidatos a vicepresidentes.
El republicano también bromeó sobre el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo: "El padre era gobernador, él era gobernador y ahora piensa que puede convertirse en presidente", en evidente alusión autoirónica a sus propia historia personal.
En su intervención, Obama se mostró igual de distendido y brillante, haciendo gala también de ironía sobre sí mismo y su pésimo desempeño en el primer debate televisivo con Romney.
"Para el próximo debate he decidido que volveré a prepararme como hice para el primero, estoy bromeando, lo digo sólo para aumentar el nerviosismo", sostuvo.