Según la última Encuesta Nacional de Salud, siete de cada 10 chilenos tiene sobrepeso u obesidad. En 2003 había 6.800.000 personas con exceso de peso. En 2010, 8.900.000. "Si continuamos con este incremento, prácticamente toda la población del país estará con obesidad o sobrepeso en 2040", advierte Fernando Vio, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (Inta) de la U. de Chile. No se ha dimensionado la magnitud del problema, dice. "No está en las prioridades políticas, ni en la opinión pública, ni en los medios".
El representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Chile, Roberto del Águila, agrega que "la reducción de la obesidad es a largo plazo".
Chile está entre los primeros países en obesidad infantil en el mundo (ver infografía). "Estudios del Inta muestran que la obesidad en este grupo ha aumentando en los últimos tres años a cifras cercanas al 30%", dice Vio. Las tres primeras causas hospitalarias (más del 50%) en el país son por hipertensión arterial, diabetes y obesidad, las tres directamente relacionadas con la alimentación.
La problemática ha sido enfrentada con políticas públicas desde los 90, pero no han tenido continuidad. La primera fue Vida Chile o Consejo Nacional de Promoción de Salud (1998-2005). "Tuvo un gran impacto al capacitar a todos los directivos de salud del país, a más de 100 equipos municipales y a líderes comunitarios", dice Vio. Pero con la implementación del Plan Auge, perdió prioridad, sin que su consejo nacional volviese a ser citado.
Luego se creó EGO-Chile que incluyó un plan en 1.000 EGO escuelas. "Pero luego de tres años no mostró avances", dice el experto del Inta.
En 2011 se lanzó el Programa Elige Vivir Sano, para alentar alimentación saludable y actividad física. El programa culminó con la Ley 20.670 que crea el Sistema Elige Vivir Sano en 2013. "Debía ser implementada por el Ministerio de Desarrollo Social. Hoy está en revisión, sin que se conozcan avances", destaca Vio. "Ante un problema tan complejo, en el que ningún país puede mostrar éxitos notables, no existe una política clara del Estado", agrega.
Del Águila dice que el impuesto para las bebidas azucaradas contemplado en la reforma tributaria podría aliviar el problema, pero aún faltan acciones específicas y promover más consumo de alimentos naturales.
Para Marcia Erazo, académica del Departamento de Nutrición de la U. de Chile, la principal razón de los niveles de obesidad en el país es el cambio en el estilo de vida. "Hay un alto consumo de alimentos procesados, disminución de la actividad física y mejoría económica que no ha implicado más conocimiento para distinguir los alimentos poco saludables, con azúcar y lípidos".
Marisol Figueroa, gerenta técnica de AB Chile, relativiza el análisis. Dice que está comprobado que el 30% de la dieta de los chilenos proviene de alimentos envasados y el 70% restante de comida casera, casinos, al paso, etc. "No existen alimentos buenos o malos, sino hábitos alimenticios correctos o incorrectos. No corresponde radicar la responsabilidad en un tipo de alimento". Critica que Chile, a diferencia de otros países, no tenga información actualizada sobre hábitos alimenticios de población. El último estudio disponible tiene más de 40 años. "Como país falta profundidad en el análisis, estudios científicos y recoger experiencia internacional para tener una política pública de largo plazo".
Pero se trata de un trabajo que toma tiempo. "En EE.UU. detener la curva de crecimiento llevó 10 años. Recién ahora están viendo los resultados", dice Del Águila.