El obispo de Aysén, Luis Infanti De la Mora, manifestó a través de una carta su rechazo frente a la aprobación del megaproyecto HidroAysén, lo que definió como una "decisión gubernamental preocupante y muy irresponsable".

En la misiva, el religioso expresa que mientras estaba fuera de Chile para participar de una actividad en diversas ciudades italianas, ocurrieron "hechos relevantes".

"El lunes 9 de mayo las autoridades designadas de la Región de Aysén (varios subrogantes) aprobaron el Estudio de Impacto Ambiental para la construcción de 5 mega represas en la Patagonia. Decisión que se veía venir desde gobiernos anteriores, y que provocó nuevamente amplios rechazos y protestas en Aysén, en todo Chile y en numerosos países del orbe", sostiene.

"Se puso así de manifiesto la estructura autoritaria en decisiones trascendentales e históricas para el futuro del país, al no considerar el sentir, el pensar, el amar, el discernir y el proyectar de amplios y variados sectores sociales (últimas encuestas nacionales revelan un 74% de rechazo ciudadano a dichos megaproyectos). Además se denunciaron graves irregularidades y presiones políticas en este proceso que derivó en una decisión gubernamental, a mi juicio, preocupante y muy irresponsable", añade.

El sacerdote además valora las manifestaciones ciudadanas en contra del proyecto energético.

"Valoro las multitudinarias y pacíficas expresiones de amplios sectores de nuestra querida Región, sin embargo han habido también algunas situaciones de violencia, que no puedo avalar. Pero más tajantemente aún condeno el origen de esta violencia: la prepotencia e invasión que ha sufrido la históricamente tranquila, sacrificada y olvidada población de la Patagonia chilena, por parte de empresas transnacionales que se adueñaron de las aguas, tierras e incluso de algunas conciencias de habitantes de esta querida Región, provocando profundas divisiones en nuestro pueblo, al imponer proyectos con efectos irreversibles y poderosamente cuestionados", considera.

El obispo además hace un llamado a la Iglesia a no ser neutral frente al conflicto surgido en la zona.

"En esta misión pastoral creo firmemente que la iglesia no puede ni debe ser neutral, pues la inspiración esencial brota de una PERSONA, de su mensaje, de su misión, de su proyecto, de su misterio: CRISTO JESÚS, Maestro, Señor, Buen Pastor, Camino, Verdad y Vida", concluye.