Obispo asegura que Francisco le entregó su respaldo a Barros
Ignacio González dice haber presenciado apoyo del Pontífice al jefe de la diócesis de Osorno. Vocero de la Conferencia Episcopal apunta que polémica "incomoda" a sectores de la Iglesia.
En Temuco, Maipú y en la Casa Central de la Universidad Católica se repitió una misma pregunta: ¿Debió restarse el obispo Juan Barros de los actos del Papa en Chile? Y si bien la mayoría de las respuestas apuntaron a que su presencia enturbió la agenda de Francisco, producto de las acusaciones que lo apuntan como encubridor de los abusos cometidos por el religioso Fernando Karadima, el obispo de San Bernardo Ignacio González aportó un elemento hasta ayer desconocido en esta polémica: "Mire, yo le voy a decir una sola cosa. El Papa se ha detenido hoy día delante de Juan Barros y le ha dicho 'sigue adelante' y yo lo he escuchado con estos oídos (se toca la oreja)".
El encuentro mencionado habría ocurrido en Temuco, al final de la eucaristía desarrollada en el aeródromo Maquehue. "Pregúntale a monseñor (Bernardo) Bastres, pregúntale a monseñor (Cristián) Caro, pregúntale a monseñor (Carlos) Pellegrín, y pregúntame a mí. O sea no hay dudas de que confía (en él). No le digo las palabras exactas, porque son mucho más fuertes".
González asegura que esta postura de Francisco no es nueva y que más bien responde a una decisión ya tomada y asumida. "Lo sabemos hace mucho tiempo. Lo supimos en Roma, lo supimos cuando Jaime Coiro le preguntó. Lo supimos en la visita en Lima. Habló con toda claridad. Él ha tomado una decisión y esa decisión es porque no hay ninguna acusación verdadera contra Juan Barros: verdadera, jurídica, técnica, que es lo que hay que hacer. No se puede cortar la cabeza de un obispo porque simplemente se dice o se comenta (...).
¿Cómo se soluciona la situación que está viviendo Osorno y la comunidad católica en general?
Viviendo la verdad, la situación no es como la ambientaron, es muy distinta. Hay mucha más tranquilidad de la que la gente cree. Son 50 personas. El Papa lo entiende así y hoy día lo dijo, es un pequeño grupo", señaló González.
"Incomodidad" de la Iglesia
A las múltiples reacciones que ha provocado la presencia de Barros en las actividades oficiales del Papa se sumó ayer el vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, quien explicó a La Tercera que Barros "es un obispo de la Conferencia Episcopal en pleno ejercicio de su cargo, por ende, puede participar en todas las actividades del Santo Padre, pero claro, podría no haber participado y haberse quedado en su diócesis. Fue una decisión que él tomó en conciencia".
Además, aclaró que pese a las acusaciones en su contra, "fue el mismo Papa quien ha confirmado que no hay ninguna acusación comprobada que amerite tomar una decisión respecto del obispo Barros".
No obstante, Coiro reconoció que "el tema ha causado incomodidad en ciertos sectores de la Iglesia".
Los dichos de Coiro apuntan en la misma línea a la percepción que se ha instalado en parte de la comitiva que acompaña al Papa. Según el periodista Joshua McElwee, del National Catholic Reporter, toda la situación en torno a su figura generó "una atmósfera en Santiago que no se había observado en ninguno de los otros 21 viajes" del Pontífice. El sacerdote jesuita Fernando Montes sostuvo que pese a que el obispo no fue la figura central en los encuentros del Pontífice con la gente, "hubiera sido preferible, dados los resultados, que no hubiera estado".
Quienes aluden a una eventual ausencia de Barros comparan su situación con la de otros obispos que, pese al protocolo eclesiástico, se ausentaron ayer de la misa en Temuco. En esa línea se mencionan los casos de los obispos Tomislav Koljatic y Horacio Valenzuela, de las diócesis de Linares y Talca. Ambos, al igual que Barros, fueron mencionados en la carta que envió el Papa Francisco a la Conferencia Episcopal de Chile en 2015, donde habría solicitado un año sabático para los tres prelados.
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