El obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, se refirió en conversación con Radio Cooperativa al proyecto de aborto terapéutico y dijo que la declaración hecha en la última jornada por la Conferencia Episcopal, donde expresa su rechazo a terminar la vida del niño concebido, "corresponde a una realidad que va más allá de lo religioso, a lo ético".
El obispo de San Bernardo llamó a los senadores Fulvio Rossi y Evelyn Matthei, quienes presentaron el proyecto, a "que no se puede nunca jugar ni disponer de la vida humana en ninguna circunstancia". González indicó, además, que le "llama la atención" que "en este proyecto se han juntado los extremos del liberalismo, de ambos lados, una senadora de la UDI con un senador Socialista".
Dijo además, que no se debe "legislar para uno, dos o tres casos" y que "pese a las falencias que pueda traer ese ser humano que viene en su vientre, no tenemos derecho como sociedad a disponer de él".
Monseñor Juan Ignacio González fue enfático en señalar que esta declaración "no nace de una concepción religiosa, esta es una cuestión ética y moral que trasciende lo religioso y esa distinción en nuestro país es importante que los legisladores la entiendan y la entienda todo el mundo".
Por lo mismo, expreso, "es bien fácil arrinconar a la Iglesia y decirle bueno, 'usted para la orilla con sus ideas religiosas'. Pero resulta que no, nosotros estamos exponiendo un pensamiento ético general, ante una conciencia que podemos llamarla 'adormecida' de mucha gente y con toda humildad queremos despertarla".
"'Que unos hombres puedan disponer de otros', esta es la discusión de fondo en la cual la Iglesia, sobre todo el Papa Juan Pabo (II), fue tan claro sobre todo a nivel mundial", añadió.
Según González "una cosa muy distinta es intervenir precisamente sobre la salud de la madre con medicamentos, con procedimientos. Una de las consecuencias posibles, que puede traer esa intervención, puede ser la pérdida de la vida del que está en su seno y otra cosa es intervenir directamente contra el ser humano que está en su seno, porque esto es un peligro para la madre", siendo aceptado éticamente, a juicio del sacerdote, la primera situación. "El problema no esta en los casos extremos. El problema está en que la vida humana en sí misma, como decimos nosotros aquí es intangible", agregó.