Un mensaje más político y menos valórico entregaron ayer los obispos y pastores que protagonizaron el tradicional tedeum evangélico de Fiestas Patrias. La ceremonia religiosa contó con la presencia de la Mandataria Michelle Bachelet, buena parte de su gabinete y del ex Presidente Sebastián Piñera.
Tras varias semanas marcadas por las críticas del ex jefe de Estado y la Alianza a las reformas del gobierno, la prédica evangélica apuntó a respaldar los ejes que sustentan la reforma educacional del gobierno e incluyó un llamado al mundo empresarial.
"Ayuda y bendice a las y los adolescentes y jóvenes, para que puedan tener una educación digna y gratuita que les permita desarrollarse y prosperar en todo lo que tiene relación con el crecimiento y bienestar del país", fue parte de la rogativa del pastor Eduardo Cid.
Luego, el presidente de la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas, obispo Emiliano Soto, retrucó que todavía se conciba a la educación como un "bien de consumo transable", dijo.
El mismo obispo destacó que un "poderoso movimiento estudiantil" pida reformas. Acto seguido, hizo un fuerte llamado a los empresarios para construir una sociedad más justa.
"Hoy hacemos un llamado al mundo empresarial, a tener precisamente una perspectiva más justa de los que tienen menos acceso a los recursos en este país", dijo, tras lo cual valoró "el servicio y lo gratuito, en esta sociedad centrada en el lucro".
Tras las intervenciones, el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, valoró las palabras de las autoridades evangélicas. "Ese es el sentido profundo de la educación", dijo, "la educación es un regalo que las generaciones adultas hacen a los niños; no es un bien que se transe, es un tema de vocación y nos sentimos profundamente interpretados por sus palabras", agregó el titular del Mineduc.
Hace algunas semanas, Eyzaguirre participó de un foro donde el obispo Soto le planteó su preocupación por el sistema de selección de estudiantes que utilizan muchos establecimientos particulares subvenciondos, lo que está en línea con el interés del gobierno por poner fin a esa atribución de los colegios.
Otras de las medidas impulsadas por el gobierno, como es el fin del copago, ha contado con el apoyo de algunos sectores evangélicos, entre ellos, la Iglesia Pentecostal, la que calificó de "discriminatorio" el aporte extraordinario que hacen algunos apoderados.