Cerca de 50 obras que exhiben hombres desnudos o vestidos con ropas sadomasoquistas, grandes flores coloridas y animales salvajes, escenas de sexo explícito; humo, fuego y sangre. Si la muestra Historia violenta y luminosa, del pintor José Pedro Godoy (1985) en el Museo Nacional de Bellas Artes, ya era controvertida en un comienzo, mucho más lo fue después de que una de las pinturas en exposición fuera hurtada el viernes 3 de febrero. Se trata de Trémula V, un óleo de 15x15 cm que retrata una lengua lamiendo un pezón y que fue arrancada desde el ala sur, en el primer piso del edificio, por un hombre que la descolgó y se la llevó entre sus ropas.
La pintura fue avaluada en $ 700 mil. Enseguida se habló de los robos de lujo, de que podía ser un crimen por encargo, incluso de bandas especializadas en este tipo de delitos. Sin embargo, en menos de una semana se descubrió que el ladrón había sido un hombre en situación de calle, quien trató de vender el cuadro afuera del Mall Plaza Egaña. Fue detenido en la comuna de Peñalolén; la obra robada se hallaba en su bolso.
Dos semanas estuvo cerrada al público la exposición. Hoy, con el óleo Trémula V en su lugar, reabre la muestra Historia violenta y luminosa, la que por uno u otro motivo, pasará a formar parte de la memoria del Museo de Bellas Artes. "Me alegra que finalmente se reabra. Lo importante es que la gente alcance a visitarla y que, con la obra reincorporada, pueda ser vista tal y como fue pensada originalmente", declaró Godoy.
En tanto, la pinacoteca nacional inició un sumario interno para determinar las responsabilidades administrativas del hurto, y en esta segunda vuelta, aseguran, mejorarán las condiciones de seguridad. "En lo inmediato se incorporará un vigilante de punto fijo en esa sala. Junto con ello estamos reforzando las medidas de seguridad según el plan trazado en diciembre del año pasado, el cual incorpora la instalación de nuevas tecnologías, equipos y sensores, así como un aumento en la dotación de vigilantes", dice el director del museo, Roberto Farriol, quien no quiso entrar en más detalles de cuáles serán las nuevas tecnologías, puesto que su publicación podría facilitar la vulneración de las mismas.
Deseo y culpa
"Me interesa ser provocativo, pero en un sentido seductor; aquí hay violencia, pero no para escandalizar. Tiene que ver con ese límite entre lo que es muy incorrecto, pero que se presenta de manera atractiva, seductora", explicó acerca de su exposición el pintor José Pedro Godoy a La Tercera, antes de toda la controversia por el cuadro robado. Alguien que sin duda se sintió atraído por las obras de Godoy fue Juan Pablo Quezada, quien hurtó el óleo Trémula V y quien hoy se encuentra bajo medida cautelar de arraigo, durante el plazo que dure la investigación.
Las cámaras de seguridad confirmaron que el hombre había visitado la muestra por lo menos en dos oportunidades previas. Desde la Fiscalía Centro Norte, donde lleva la causa el fiscal Marcelo Cabrera, informan que Quezada quedará, por el momento, con prohibición de ingresar a cualquier museo de la Dibam, y además arriesga una condena de 541 días de pena efectiva por el delito de hurto.