Son los primeros en reconocerlo: el arte femenino es minoría dentro de la colección del Museo de la Solidaridad Salvador Allende. Ante obras de Vasarely, Calder y Miró, los trabajos de mujeres como la japonesa Yoko Ono  y la francesa Niki de Saint Phalle han pasado a segundo plano.

Hasta ahora: hoy se inaugura Mujer, arte y compromiso, una muestra para la que han desmontado las obras que habitualmente se exhiben en el lugar y así darle espacio a las más de cien obras de renombradas artistas internacionales.

"Las mujeres son el 15% de las 2600 obras del museo. La idea acá fue hacer mucho más visibles sus obras, para reivindicar sus donaciones y mostrar su desarrollo ideológico", explica Carla Miranda, a cargo de la curatoría de la muestra que reúne obras que, en su mayoría, llegaron al museo entre 1972 y 1991.  "Esta muestra cubre principalmente tres etapas, desde el origen del museo con obras donadas durante la Unidad Popular, que son las fundamentales, luego las donadas en el exilio y, finalmente, algunas que  se donaron durante la democracia".

Entre estas últimas está la obra Juego en confianza, de  Yoko Ono, que fue entregado al museo luego de su visita a Chile en 1997, por su exposición en el Museo de Arte Contemporáneo. Se trata de dos sillas y una mesa con una tabla de ajedrez, todo pintado con blanco. Esta obra, creada en 1966, forma parte de la sección Cuarto físico al hablado.

Otro imperdible de la colección es Grabado cuerpo social, en el que destacan las obras de Niki de Saint Phalle. En los 60, la francesa escandalizó al crear una escultura gigante con forma femenina, en la que los visitantes podían ingresar caminando entremedio de sus piernas. Sus trabajos en el museo son coloridos grabados, en los que abundan rechonchos cuerpos de mujeres. Saint Phalle es una de las más destacadas artistas de la muestra.

"En comparación con la obra general de las artistas aquí consideradas, estas se tratan de obras de menor formato. También se trata de trabajos quizá estéticamente menores, pero con un gran valor en la problemática del feminismo y la cuestión social", dice Miranda, apuntando además a obras de la austríaca Valie Export, la brasileña Lygia Clark y la argentina Liliana Porter. Miranda aclara además que hay una intención de darle mayor valor al arte textil y al grabado.

Así, más que un recorrido con las más vistosas obras de la colección, aquí se trata de revivir las grandes temáticas que ocuparon a las mujeres durante los últimos treinta años y seguir a las artistas que fueron sus portavoces.

Gracias a la incorporación de artistas locales recientes como Mónica Bengoa, Carolina Ruff, Ximena Somoza, Andrea Jösch, Rosa Velasco  y Voluspa Jarpa, la exposición también tiene una mirada actual.

"Si nos quedábamos sólo con las donaciones antiguas, se trataría solo de arte del siglo pasado. Por eso, invitamos a estas artistas menores de 40 años a exhibir algunas obras, para mostrar que las problemáticas femeninas siguen siendo las mismas, pero resueltas de otras maneras", dice la curadora.