El nivel de violencia en los enfrentamientos entre rebeldes y soldados en Siria, que comenzaron ayer, se mantienen hasta el día de hoy, lo que ha llamado la atención de los Observadores de Derechos Humanos apostados en Alepo.
"Los combates no tienen precedentes y no se han detenido desde el jueves", dijo Rami Abdel Rahman, presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, "antes, los enfrentamientos se desarrollaban en una o dos calles de un sector, ahora es en varios frentes".
Habitantes de la capital siria también han sido testigos de los ataques y disparos. Según Ziad, un vecino de 30 años, "los enfrentamientos y los tiros no se detuvieron, todo el mundo está aterrorizado". "Yo nunca había escuchado algo semejante", destacó.