El grupo Human Rights Watch (HRW) afirmó hoy que las pruebas disponibles sobre el ataque con armas químicas contra dos distritos de Damasco en agosto pasado apuntan "con fuerza" a que el régimen estuvo detrás del mismo. 

En su informe "Ataques contra Guta: Análisis del supuesto uso de armas químicas en Siria", publicado hoy, HRW recuerda que en esos ataques, que mataron a centenares de civiles incluidos menores, pudo utilizarse un agente nervioso, posiblemente gas sarín.

"Los restos de los cohetes y los síntomas de las víctimas de los ataques del pasado 21 de agosto en Guta proporcionan pruebas que delatan el tipo de armas empleado", apunta en el documento el director de Emergencias de HRW, Peter Bouckaert, autor del informe.

Según el experto, "las pruebas sugieren con fuerza que las tropas del Gobierno sirio lanzaron cohetes con cabezas químicas contra los suburbios de Damasco en esa horrible mañana". 

Para llevar a cabo su investigación sobre lo ocurrido en los distritos de Guta Oriental y Occidental, controlados por la oposición, HRW estudió los testimonios de testigos y la información disponible sobre el posible origen de los ataques.

Además, analizó los restos de las armas usadas y los síntomas presentados por las víctimas, aunque no pudo acceder a las zonas atacadas.

En opinión de esta organización, las pruebas disponibles sobre el tipo de cohetes y lanzaderas utilizados revelan una clase de armamento que solo es poseído y usado por las fuerzas del régimen. 

En ese sentido, HRW explicó que, según vídeos en Youtube y fotografías de activistas, se emplearon dos tipos de proyectil, uno de 330 mm con lo que parece una cabeza diseñada para llevar sustancias químicas líquidas, y otro, de producción rusa y de 140 mm, que puede incorporar una ojiva especial para transportar 2,2 kilogramos de gas sarín.

En ese sentido, el informe subraya que ni HRW ni expertos que siguen el empleo de armamento en Siria han documentado que la oposición tenga en sus manos esa clase de cohetes.

El grupo, que ha hablado con tres médicos de Guta que atendieron a las víctimas, agregó que éstas presentaron síntomas como sofoco, respiración irregular, espasmos, secreciones líquidas por la nariz y ojos, convulsiones y mareos, pero en ningún caso traumatismos, habituales en ataques con explosivos o armas incendiarias.

Y destacó que ese tipo de síntomas y la falta de traumatismos ocurren cuando alguien se expone a sustancias químicas como el gas sarín.

HRW señaló que lo sucedido en Guta supone el mayor ataque con armas químicas en 25 años desde el que llevó a cabo el Gobierno de Irak contra civiles kurdos en Halabja.