Un borrador elaborado originalmente por el presidente del consejo de observadores, Patricio Zapata, ha dado vueltas en las últimas semanas en los correos de los miembros de dicho consejo. El documento corresponde a lo que será el informe del proceso constituyente, que es uno de los insumos que formarán parte de las Bases Ciudadanas, texto que el consejo elabora por estos días.
Según habían acordado los observadores con el gobierno, las bases deben ser entregadas entre el 15 y el 20 de enero a la Presidenta Michelle Bachelet, quien a partir de ese insumo comprometió la elaboración de un proyecto de nueva Constitución para presentar al Parlamento.
Ayer se conoció que esto ocurrirá el próximo 16 de enero, a las 10.30 horas, según el acuerdo final al que arribaron los integrantes del consejo con La Moneda.
Según han explicado los observadores, las Bases Ciudadanas se conforman de tres informes: el informe del proceso constituyente (descripción del desarrollo del proceso), un informe de gestión (la labor específica de los observadores) y un informe de contenidos (resultados del diálogo ciudadano en los cabildos y el trabajo de sistematización).
Respecto del primer informe, el borrador de Zapata hizo una síntesis que el grueso de los observadores pidieron profundizar y especificar, exponiendo críticas y aciertos de todo el proceso constituyente desarrollado desde abril hasta agosto del año pasado.
El observador Salvador Millaleo explicó que en ese documento se están incorporando los "matices" de todo lo vivido en la etapa de participación ciudadana: "Hay puntos que están siendo agregados y que planteamos en todas nuestras sesiones, como un déficit en materia comunicacional: la ciudadanía sintió que no se difundió el proceso debidamente".
Además, se agregarán otros cuestionamientos en materia de tratamiento de la información privada de quienes participaron en el proceso. Esto, luego de que en mayo pasado los observadores advirtieran el riesgo de un uso indebido de información de los convocantes, para lo cual solicitaron un informe del Consejo para la Transparencia.
"Otro de los puntos que registraremos es el problema grave que tuvo la plataforma virtual y también los retrasos de la sistematización, cosa que terminó retrasando todos los tiempos", explicó Millaleo.
Por su parte, Francisco Soto explicó que "el informe incluye aspectos positivos y negativos en temas como lo comunicacional, metodológico o el papel de los funcionarios públicos".
Además, el documento incluirá evaluaciones positivas en relación al rol del gobierno. Se agregará que la mayoría de los observadores considera que el proceso no tuvo sesgos y tampoco intervención de funcionarios públicos.
"Cualquier intento de manipulación fue contenido, no fue un proceso sesgado, nadie demostró sesgo", dijo Millaleo. En la misma línea, Soto agregó que "el consejo tiene una opinión favorable del proceso: no hubo sesgo ni intervención, se generó una opinión espontánea de la ciudadanía y las pocas acusaciones que hubo fueron desestimadas en el camino".
Además, los consejeros están de acuerdo en afirmar que el proceso sí logró la realización de un diálogo real, lo que quedó demostrado en los resultados de las conversaciones.
"Este es un informe preliminar que merece ser complementado con varios aspectos del trabajo y nuestra apreciación sobre el proceso y todas nuestras observaciones y críticas en todos los momentos", adelantó el consejero Gastón Gómez.