Que 2014 ya esté jugado para Chile en materia económica es un hecho. Que las perspectivas para los próximos años no sean del todo halagüeñas es una idea que poco a poco va cobrando fuerza.

De ello dio cuenta la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), que en su último informe de proyecciones dio cuenta del deterioro en las expectativas para la economía local.

En efecto, si bien la entidad prevé que este año Chile crecerá 1,9%, para el año entrante prevé 3,2% (Hacienda proyectó 3,6% en el Presupuesto), y para 2016 sitúa el guarismo en sólo 3,7%. Es decir, durante los tres primeros años del gobierno de Michelle Bachelet la economía crecerá menos de 4%, nivel que a juicio de algunos expertos es necesario para evitar que la tasa de desempleo se dispare.

Hace sólo seis meses, las proyecciones de la Ocde para nuestro país apuntaban a un crecimiento de 3,6% y 4,2% para 2014 y 2015.

Según la Ocde el crecimiento doméstico debería tener un repunte "modesto" en el corto plazo. En el tercer trimestre la economía chilena se expandió sólo 0,8% y según las autoridades sería lo más bajo del año.

"Se espera una recuperación moderada en 2015 y 2016 por la política monetaria y fiscal expansivas y una demanda externa más fuerte".

Pese al alza de la inflación, que en octubre superó el 5% en 12 meses, la entidad estima que el Banco Central tiene espacio para reaccionar al debilitamiento en el mercado laboral con otro recorte de tasas. Hoy el tipo de interés rector se sitúa en 3%.

La entidad atribuye la desaceleración, en gran medida al deterioro de las condiciones externas, pero también "a una menor inversión empresarial en respuesta al alza en los impuestos a la renta de las empresas", producto de la reforma tributaria.

La Ocde señala que el gobierno dará un fuerte impulso fiscal a la economía en 2015, pero estima que este apoyo será temporal, ya que en 2016 está previsto iniciar la convergencia hacia un equilibrio presupuestario estructural.

No obstante, advierte que en el largo plazo la declinación en el precio del cobre y la recaudación de los ingresos esperados (US$ 8.200 millones) en la reforma tributaria podrían presentar desafíos para converger al balance estructural.

Asimismo, la Ocde advirtió que la declinación del precio del cobre y de la demanda china, hacen dudar de hasta qué punto el sector minero puede seguir siendo un impulsor de crecimiento y proveedor de empleo.