El impacto económico del terremoto y el tsunami del 11 de marzo en Japón "puede ser mucho peor" que el que causó el sismo en Kobe en 1995, aseguró hoy la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en un primer análisis de ambos sucesos en ese país, miembro de la organización.

Aunque el área afectada por el terremoto de la semana pasada, medida en cuanto a su peso en el Producto Interior Bruto (PIB) nipón es más o menos comparable a la perjudicada por el de Kobe, "el desastre del 11 de marzo puede ser mucho peor", según la OCDE.

Recuerda que las cuatro prefecturas que resultaron más perjudicadas esta vez -Iwate, Miyagi, Fukushima e Ibaraki- contribuyen a entre el 6% y el 7% del PIB japonés.

No obstante, la organización admite que la destrucción es tan grande que todavía no se puede hacer una valoración del impacto económico total.

La nota de la OCDE menciona los daños provocados en las centrales nucleares y los causados por los cortes en el suministro eléctrico.

Precisa que muchas fábricas han tenido que suspender su producción y pone como ejemplos al sector de la fabricación de automóviles y el de equipamiento eléctrico.

Por eso, la producción industrial de Japón "probablemente caiga" en marzo y muestre signos "de debilidad" en abril, añade la OCDE.

Sin embargo, desde el lado positivo, señala que, aunque los desastres de este tipo reducen la actividad económica a corto plazo, las tareas de reconstrucción asociadas "suelen impulsar el crecimiento de la producción".

Los recursos fiscales disponibles, indica la OCDE, parecen estar limitados a los fondos de reserva de los presupuestos de 2010 (un 0,04 % del PIB) y de 2011 (un 0,2 % del PIB), pero la organización prevé que haya partidas suplementarias disponibles.

Así, recuerda que el Gobierno japonés ya gastó cerca de 5 billones de yenes (el 1% del PIB de 1995) para paliar las consecuencias del terremoto de Kobe.