La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), dijo que la economía chilena caerá un 1,8% en 2009, corrigiendo a la baja su proyeccion de junio, cuando estimó que el PIB chileno retrocedería 1,6% este año. En tanto, mejoró su estimación de cara al 2010 y señaló que para ese año se espera un crecimiento del 4,1%, al que tendría que seguir un 5% en 2011.
En su informe semestral de Perspectivas publicado hoy, la Ocde que dedica un capítulo a los países en proceso de adhesión, explica que Chile "ha sido duramente golpeado por el colapso del comercio mundial y de los precios de las materias primas".
Al ser "una economía pequeña abierta, con una fuerte dependencia de las exportaciones mineras y agrícolas", Chile se vio afectado en particular por el hundimiento de la cotización del cobre, que bajó más de la mitad desde la segunda mitad de 2008.
La organización, además de corregir a la baja el alcance de la recesión de este año -en junio anticipaba un descenso del Producto Interior Bruto (PIB) en 2009 del 1,6%-, constata que el desempleo ha aumentado rápidamente y espera que el descenso llegará en 2011.
Otra de las consecuencias de la crisis es que se ha pasado de un superávit fiscal del 5% del PIB en 2008 a un déficit que este año se situará en el 3,5%, y que seguirá en los dos próximos ejercicios, aunque limitado al 1,3% y al 1% del PIB, respectivamente.
Pero los autores del estudio también ponen el acento en los elementos alentadores y, tras recordar que la cotización del cobre ya se ha empezado a recuperar, avanzan que se espera un incremento del PIB en el segundo semestre de este ejercicio, con una gradual aceleración hasta alcanzar el ritmo de progresión por encima del potencial en 2011.
Los precios seguirán con una evolución muy moderada, de forma que la inflación interanual, que ha pasado del 8,7% de media en 2008 al 1,4% en 2009, se quedará en el 1% el próximo ejercicio, antes de situarse posteriormente en la horquilla objetivo del banco central de Chile (24%).
La Ocde considera que el Ministerio de Economía actuó con premura para poner en marcha su plan de estímulo contra la crisis, del que además dice que estaba "bien" orientado en sus objetivos, y que pudo ser consecuente gracias a las "prudentes políticas fiscales del pasado" con los fondos acumulados de las ventas de cobre durante la fase de bonanza.
También se hace eco de las acciones del banco central, que rebajó los tipos de interés desde el 8,25% el pasado año al 0,5% en julio, y puso en marcha otras medidas para facilitar la liquidez.
Pese a todo, la organización constata que las condiciones crediticias son tensas debido a que los bancos ponen más constricciones a la hora de conceder préstamos, en particular, a los clientes más expuestos a la caída de la actividad.
El conocido como "Club de los países desarrollados" en el que Chile debería ingresar en unos meses advierte de que estas proyecciones están sujetas a un riesgo a la baja en caso de que se confirmaran una serie de riesgos.
En particular, se trataría de una segunda oleada de efectos de la crisis en el sector financiero o un aumento de problemas de impagos de créditos en un contexto de alto desempleo y de quiebras de empresas.
Por el contrario, la economía chilena podría recuperarse más rápidamente con una demanda más fuerte de sus principales mercados de exportación, sobre todo, China.