Ninguna de las grandes economías del mundo se escapará de una desaceleración en su crecimiento, auguró el lunes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que resaltó que hay crecientes señales de que el impulso expansivo está perdiendo fuerza a nivel generalizado.
El indicador adelantado compuesto (CLI) de la OCDE para sus miembros cayó por séptimo mes consecutivo a 100,4 en septiembre desde 100,9 en agosto, llegando a su lectura más baja desde
diciembre del 2009.
Las cifras de países individuales y grandes economías desarrolladas fueron mucho menores, con niveles que apuntaban a una desaceleración y, en muchos casos, que estuvieron por debajo de su promedio de largo plazo.
"Comparado con la evaluación del mes pasado, el CLI apunta más fuertemente a desaceleraciones en todas las grandes economías", indicó la OCDE en un comunicado.
Los CLI de la OCDE son diseñados para anticipar puntos de inflexión en la actividad económica en relación a la tendencia. Un giro en un indicador suele preceder a los puntos de inflexión en la actividad económica en unos seis meses.
El CLI del Grupo de los Siete cayó a 100,6 en septiembre respecto a los 101,1 de agosto, mientras que la lectura de la zona euro disminuyó a 99,1 desde 99,9, muy por debajo de su promedio de largo plazo de 100.
El indicador de Japón se mantuvo por sobre su promedio de 100 a largo plazo, con una lectura de 101,6 desde el 102 anterior, sugiriendo que la recuperación económica tras el terremoto y tsunami de marzo está perdiendo impulso.
El impulso económico en Estados Unidos disminuyó levemente, según el indicador de la OCDE, que cayó a 101,2 desde 101,5.
La economía china también mostró una actividad marginalmente menor, con una lectura que bajó a 99,8 desde 99,9. Entre otras economías emergentes, el CLI de Brasil cayó a 94 desde 95,1, mientras que la cifra de India bajó a 93,8 desde 94,4.
En un reporte publicado a fines del mes pasado, la OCDE recortó su estimación de crecimiento del 2012 para Estados Unidos a un 1,8% desde el 3,1% anterior y bajó su pronóstico de crecimiento de la zona euro a un 0,3% el próximo año desde el 2% por ciento previsto en mayo.