A través de una carta a Gendarmería, y entregada la mañana de este lunes, ocho comuneros acusados de incendio con resultado de muerte, de carácter terrorista, por la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay, y que permanecen en la cárcel de Temuco, anunciaron el inicio de una huelga de hambre. También dijeron que mantendrán esta medida "hasta que no reciban una respuesta satisfactoria a sus demandas".
Los participantes en esta medida son Hernán Catrilaf, Sabino Catrilaf, José Córdova, Eliseo Catrilaf, Aurelio Catrilaf, José Tralcal, y los hermanos Luis y Juan Tralcal. Todos ellos, junto a la machi Francisca Linconao y José Peralino (ambos con arresto domiciliario), además de Sergio Catrilaf (prófugo), están imputados por el siniestro de enero de 2013, en Vilcún.
En Gendarmería, a través de su departamento de comunicaciones, confirmaron la notificación de inicio de huelga que hicieron los internos, y que de forma inmediata se dispuso su monitoreo de salud.
La defensora de uno de los imputados, Manuela Royo, afirmó que "la huelga de hambre obedece a varios puntos, entre ellos el tiempo que se encuentran privados de libertad sin ser juzgados dentro de un plazo razonable".