La condición de prófugo del ex presidente peruano Alejandro Toledo puso en línea anoche los teléfonos del nuevo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, y de su par limeño, Pedro Pablo Kuczynski.
Luego de que la víspera Estados Unidos diera señales de que no iba a detener al ex mandatario sobre el cual pesa la acusación de haber recibido sobornos de Odebrecht por US$ 20 millones, y de que horas más tarde Washington solicitara al país requiriente más antecedentes que dieran fundamento a un eventual arresto de Toledo, el asunto escaló hasta ambos gobernantes.
Durante la conversación telefónica, Kuczynski pidió a Trump que evalúe la opción de la deportación de Toledo, dentro de las facultades que la ley de migración norteamericana otorga al Departamento de Estado.
Toledo se encuentra supuestamente en Estados Unidos, donde reside habitualmente, y desde el jueves pesa sobre él una orden de captura de la justicia peruana por presuntamente haber favorecido a la constructora brasileña Odebrecht en sus negocios a cambio de pagos.
El Presidente estadounidense llamó a Kuczynski desde el avión presidencial, el Air Force One, en medio de la incógnita del paradero de Toledo, después de que ayer se supiera que no viajó desde San Francisco (California) a Israel, como creía el sábado el gobierno peruano. En la oportunidad, por otra parte, los dos gobernantes también comentaron asuntos de la relación bilateral y sus opciones de cooperación en defensa de la democracia y lucha anticorrupción, tras lo cual Trump invitó a Kuczynski a visitar Estados Unidos en una fecha todavía por determinar.
La solicitud de antecedentes de las autoridades de EEUU apunta a que la Fiscalía peruana debe fundamentar "por qué un juez de Estados Unidos debería dar una orden para detener al ex Presidente", explicó el ministro peruano del Interior, Carlos Basombrío, a la agencia France Presse, en el marco de que ya existe una orden de captura internacional y prisión preventiva de 18 meses para Toledo emitida por un tribunal de Lima el jueves, además de una alerta roja interpuesta por Interpol a sus 190 países miembros para ayudar a su captura.
El secretario de Estado peruano dijo esperar que las observaciones indicadas por la justicia estadounidense puedan estar subsanadas este lunes y deseó que Toledo pueda estar a disposición de la Fiscalía peruana lo antes posible. "Nos cuesta entender qué indicios adicionales son necesarios. Lo que se ha destapado hasta ahora es abrumador", afirmó Basombrío, antes de detallar que, sin embargo, las autoridades estadounidenses mostraron su "mayor disposición" para ayudar a encontrarlo.
Declaración de Toledo
Pasada la medianoche, en tanto, el propio ex mandatario rompió su silencio divulgando a través de su cuenta de Twitter un comunicado bajo el título "No al linchamiento político, sí a la justicia JUSTA!". En la declaración, Alejandro Toledo señala que "nunca me he fugado de nada. Cuando salí de Perú no había cargos de Odebrecht en mi contra pero me llaman fugitivo -una distorsión maquiavélica que rechazo". Agregó que "defenderé mi buen nombre", al tiempo que recalcó: "estoy dispuesto a a colaborar con una justicia pero que sea JUSTA y dentro del Estado de Derecho, pero voy a defenderme y nunca me rendiré a una cacería de brujas políticamente motivada".
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Twitter: @AlejandroToledo[/caption]