La OEA dio este viernes por concluida una larga jornada sin haber permitido que la opositora venezolana María Corina Machado denunciara en su sede la "represión" que asegura vive su país ni siquiera a puertas cerradas, pese a los diversos intentos de Panamá, que hasta le cedió su silla para que hablara.
La diputada venezolana había acudido a la Organización de Estados Americanos (OEA) a invitación de Panamá, que puso como el primer punto del orden del día una discusión sobre la "situación" en Venezuela. A ello, el embajador panameño, Arturo Vallarino, agregó la petición expresa de que se le diera la voz a la legisladora, denunciada por el gobierno de Maduro como una de las responsables de la violencia en las protestas que han dejado una treintena de muertos desde febrero.
La iniciativa fue sacada de inmediato, no sólo con el voto mayoritario -22 frente a 11 en contra y una abstención- de los miembros para declarar "privada" la reunión, es decir, sin público ni cámaras, sino porque además los países que respaldaron a Venezuela lograron también eliminar ese punto del orden del día.
A lo largo de la jornada, que se extendió por más de ocho horas entre votaciones y recesos, también se consiguió acabar con el "plan B" de Panamá y Machado, que era que denunciara la situación venezolana durante el tradicional punto "otros asuntos" al término de la jornada.
Aunque Machado estuvo presente durante todas las reuniones en calidad de número dos de Panamá, apenas pudo "despedirse del Consejo Permanente y agradecer el espacio" antes de que se le cortara la palabra.
Machado había afirmado que al impedírsele hablar ante la OEA el gobierno de Nicolás Maduro ha demostrado que tiene "miedo" a que se conozca la "realidad" en el país sudamericano, a la par que supone una "confesión" implícita de su "complicidad y desesperación".
"Tienen miedo de que se conozca la magnitud de la represión brutal en las calles de Venezuela", insistió durante la jornada.
Pese a ello, al término del encuentro la propia Machado aseguró marcharse "satisfecha" de la accidentada jornada porque considera que finalmente, logró llamar la atención sobre su país y evitar que se "entierre" el tema.
"Lo que venía a hacer ya lo conseguí", aseguró.
"El mensaje quedó aún más claro transmitido con los hechos que con mis propias palabras (...) he hablado sobre Venezuela con mis palabras y con mi silencio", declaró.
Pero también el embajador de Venezuela, Roy Chaderton, aseguró que abandonaba la sesión satisfecho con el resultado de una reunión que calificó como una "ratificación de que la mayoría de los países de este continente están aliados con la democracia, y que Canadá y Estados Unidos están aliados con los golpistas".
Chaderton justificó sus esfuerzos de cerrar las puertas de la reunión para "evitar el circo".
"Somos diplomáticos, hay temas que tenemos que manejar con mucho cuidado, sin circo", subrayó y acusó a Machado de ser "por su trayectoria política, una negación de todos los principios que sustentan a la OEA y la Carta Democrática".