El enviado de la Organización de Estados Americanos (OEA) para el diálogo sobre la crisis política de Honduras, John Biehl, afirmó hoy que no da por fracasadas las negociaciones, estancadas de nuevo, y que mantiene su esperanza en una solución pacífica.
"Nunca daremos por fracasado un diálogo", señaló Biehl, asesor del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y quien encabeza una misión técnica de ese organismo que acompaña las conversaciones.
"Siempre el diálogo está abierto", dijo Biehl a la prensa, y añadió: "No perdemos ni perderemos nunca la fe en lo que están haciendo los hondureños".
El diálogo entre delegaciones del Presidente depuesto, Manuel Zelaya, y del gobernante de facto, Roberto Micheletti, quedó suspendido anoche tras el rechazo, por parte de aquella, de una propuesta que hizo esta última.
Según este planteamiento, la mesa de diálogo debería decidir sobre la restitución del depuesto mandatario con base en informes de la Corte Suprema de Justicia y el Congreso Nacional con respecto a sus actuaciones relacionadas con el derrocamiento de Zelaya el 28 de junio pasado.
Ambas delegaciones aseguraron que siguen abiertas al diálogo, que comenzó el pasado día 7 y ha tenido ya otros desacuerdos sobre propuestas encaminadas a lograr la restitución de Zelaya.
Biehl indicó que todavía no se irá de Honduras: "Mientras nos pidan que estemos aquí, estamos a disposición" para seguir apoyando el diálogo.
"A pesar del estancamiento, y a pesar de que las cosas se puedan poner peor antes de que se pongan mejor, yo estoy absolutamente convencido que los hondureños se van a reconciliar, van a robustecer su democracia", enfatizó.
Consideró que "no es justa esta situación para nadie y, francamente, los sacrificios que quedan por hacer (...) no son muchos".
Las comisiones alcanzaron acuerdos sobre el 95 por ciento de los puntos del Acuerdo de San José, propuesto por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, pero mantienen diferencias radicales sobre el regreso de Zelaya a la presidencia de Honduras.
Biehl reiteró el rechazo de la OEA a cualquier vía violenta a la que se pretenda recurrir en Honduras.
El diálogo "es el más fuerte de los instrumentos que tiene la paz, nosotros no tenemos instrumentos de guerra, no creemos en instrumentos de guerra, jamás lo haremos", sentenció.
"El robustecimiento de la democracia en América Latina", aseveró, "depende de que entendamos que los logros que se puedan obtener de la democracia siempre son a través de un método pacífico".
Dijo desconocer recientes declaraciones del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, sobre que el movimiento popular de resistencia que apoya a Zelaya supuestamente busca armas en otros países de Centroamérica.
"No sé qué es lo que ha dicho (Ortega), qué es lo que no ha dicho, a mí no me constan ninguna de esas declaraciones", aseguró, y ante la insistencia de la prensa inquirió: "¿Qué tiene que ver Ortega en el problema que están resolviendo los hondureños?".