La Organización de los Estados Americanos (OEA) sumó este lunes un nuevo fracaso después de que en una esperada reunión de cancilleres, realizada en la antesala del inicio de la Asamblea General en Cancún, no se lograra llegar a un consenso para condenar la situación política y social que atraviesa Venezuela. Tras una larga jornada, en la que Caracas incluso se retiró de la sesión, los dos proyectos de declaración que se discutieron no lograron obtener suficientes votos (23) para su aprobación.
La sesión buscaba retomar el encuentro de cancilleres que se celebró el 31 de mayo en Washington y que fue suspendida luego que no se llegara a un consenso sobre dos propuestas que estaban sobre la mesa.
Esta vez los países de la OEA discutieron una propuesta negociada por un grupo amplio de países que buscaba que se reconsiderara la convocatoria de una Asamblea Constituyente en Venezuela y que obtuvo 20 votos a favor, 8 abstenciones y 5 en contra.
El documento también llamaba al "cese de inmediato de los actos de violencia y las hostilidades cometidas por cualquiera de las partes" en el país liderado por Nicolás Maduro.
La otra iniciativa, presentada por San Vicente y las Granadinas y que tenía una postura menos crítica respecto del gobierno de Maduro, sólo obtuvo 8 apoyos. Chile -con el canciller Heraldo Muñoz presente en la sesión- votó a favor de la primera propuesta y en contra de la segunda.
Para que un texto se apruebe en una reunión de cancilleres necesita el voto de 23 Estados miembros, es decir dos tercios de los 34 países que conforman la organización, salvo Cuba. Los cancilleres, en todo caso, seguirán reunidos en Cancún en el marco de la Asamblea General que finalizará este miércoles.
Tras la negativa a las dos resoluciones, las reacciones de los venezolanos estallaron en las redes sociales, donde muchos opositores a Maduro criticaron a la OEA, acusando que "otra vez nos dejaron solos".
Al comienzo de la sesión, la canciller venezolana Delcy Rodríguez tomó la palabra para defender el proceso constituyente de su gobierno y destacar que Venezuela no reconocería ninguna resolución que se tomara en la organización.
"No reconocemos ni la reunión, ni tampoco las resultas cualesquiera que fuesen de esta reunión, así sean en tono, alto, medio, bajo. Venezuela no reconoce ningún producto que venga de esta organización", dijo más tarde a la prensa.
La canciller venezolana también dijo que otros países estaban comenzando a considerar su retiro por las "desviaciones profundas" registradas en el organismo regional. "Eso lo sabrán en su momento porque cada país es soberano y no seré yo quien abunde, ni interfiera", advirtió.
A fines de abril y en medio de una latente tensión internacional, el gobierno venezolano comenzó el proceso para retirar a su país de la OEA, luego que el organismo decidiera convocar a una reunión de cancilleres para discutir la crisis por la que atraviesa el país.
La decisión del Ejecutivo chavista abrió entonces un nuevo capítulo de tensiones entre Caracas y Luis Almagro, quien en los últimos meses ha subido el tono de sus críticas a Maduro a quien acusa de haber convertido a Venezuela en "una dictadura".
A comienzos de abril, la OEA adoptó una resolución que estableció que en Venezuela se violó el orden constitucional después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se adjudicó funciones de la Asamblea Nacional.