En la mañana de ayer, la ministra vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, habló con el titular de Defensa, Rodrigo Hinzpeter. La idea fue coordinar entre ambos la forma de abordar la polémica originada a partir del "mea culpa" hecho el martes por el comandante en jefe de la Armada, Edmundo González, durante su discurso por la conmemoración de las Glorias Navales, respecto de su rol en el caso tsunami.
Allí, ante la presencia de Sebastián Piñera y de Hinzpeter, el jefe naval dijo que "toda la responsabilidad es mía y me siento en paz", sobre las decisiones tomadas la noche del 27 de febrero de 2010 por el Shoa, organismo que depende de la Armada y que ha sido cuestionado en la investigación judicial. Y agregó haber hecho el "mejor esfuerzo para enfrentar a ese enemigo sin banderas que tan brutalmente nos golpeó".
Las declaraciones del almirante -a tres años del terremoto y a menos de un mes de que él deje su cargo, el 18 de junio- sorprendieron al gobierno.
Tras la ceremonia, en el oficialismo se evaluó que las palabras de González podían "blindar" a Michelle Bachelet, justo en momentos en que los querellantes pidieron interrogarla como inculpada y considerando que las defensas del ex subsecretario Patricio Rosende y de la ex titular de la Onemi Carmen Fernández han radicado justamente en el Shoa toda responsabilidad.
Así, tras los análisis, el mea culpa fue tomado como una oportunidad para volver a emplazar a las autoridades del gobierno anterior.
"El mea culpa del almirante es positivo", dijo Cecilia Pérez a La Tercera. "Profundiza la democracia, porque da cuenta de que en Chile la responsabilidad política también tiene que asumirse y se tienen que pedir los perdones que correspondan", agregó. En la misma línea, Hinzpeter destacó que se vea a "una autoridad tan importante" haciendo un mea culpa. "Todas las autoridades en una democracia tienen que tener la humildad para de pronto hacer este tipo de actos", afirmó.
En los partidos oficialistas, en tanto, la molestia fue notoria. El jefe de bancada UDI, Gustavo Hasbún, enfatizó que el mea culpa del almirante no exculpa a la ex presidenta de su eventual responsabilidad. "Nada tiene que ver con Bachelet. Ella fue responsable, en cuanto presidenta, de los organismos que cometieron una negligencia inexcusable", dijo. En la misma línea, el timonel RN, Carlos Larraín, interpretó que González se refiere a la responsabilidad de sus subordinados, pero que "no está entrando en el área política", y expresó que "sería natural que todos los que estaban en ese día negro tuvieran un poco de humildad y dijeran que por lo menos no ejercitaron la prudencia que indicaba que la gente subiera el cerro".
Los dichos del almirante motivaron una diligencia de parte del abogado querellante Raúl Meza, quien pidió que éste sea citado por el Juzgado Naval de Valparaíso, para explicar "los alcances de sus declaraciones".