Se acaban los plazos para que el gobierno envíe al Congreso el proyecto de negociación colectiva y el oficialismo exige definiciones. Conocidos los contenidos del último borrador del texto legal, los diputados concertacionistas de la Comisión de Trabajo acordaron pedir hoy formalmente al Ejecutivo que defina la fecha en que dará luz verde a una de las promesas de campaña.
"Vamos a plantear que el gobierno le ponga fecha a este proyecto que es muy importante para nosotros", aseguró la presidenta de la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja, Carolina Goic (DC). La diputada recalcó que "hay un compromiso en el programa de la Presidenta Bachelet, y más allá de eso hay un compromiso de la Concertación con los trabajadores".
En la misma línea, la diputada Adriana Muñoz (PPD), comentó que "estamos firmemente decididos a que el proyecto de negociación colectiva ingrese al Congreso. No puede quedar para más adelante, debe discutirse ahora", enfatizó.
Por su parte, Sergio Aguiló (PS), aseguró que ya existe un compromiso del gobierno de enviar el proyecto de negociación colectiva entre fines de agosto y comienzos de septiembre. "Vamos a pedir que ese compromiso se respete", comentó el legislador.
Ayer tanto la ministra del Trabajo, Claudia Serrano, como la vocera de gobierno, Carolina Tohá, declinaron precisar una fecha para el envío del proyecto. Insistieron que ello dependerá exclusivamente de Bachelet.
Sin embargo, los tiempos son acotados. En la práctica, al gobierno le quedan seis meses como máximo para ingresar la iniciativa al Congreso. Además, la discusión de esta se haría extremadamente difícil considerando que el Parlamento aún debe discutir proyectos de envergadura como el Presupuesto para 2010, una nueva reforma al mercado de capitales y los llamados proyectos Ocde, como el secreto bancario.
RECHAZO DE LA CUT
Mientras, los contenidos del borrador de la iniciativa sobre negociación colectiva no dejó satisfechos a las organizaciones de trabajadores.
El presidente de la CUT, Arturo Martínez, dijo que el borrador contiene "un gran número de enunciados y declaraciones de buenas intenciones, pero en la práctica no elimina totalmente el paralelismo sindical que hay en los grupos negociadores, ni tampoco elimina el reemplazo y el descuelgue de la huelga".
Pese a ello, Martínez insistió en que "el proyecto debe enviarse pronto, para alcanzar a ser discutido en el Parlamento, sobre todo en un período de elecciones, donde los parlamentarios tienen una conducta distinta".
En el sector privado también cuestionaron el borrador. El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Carlos Eugenio Jorquiera, lo consideró "un proyecto antiempleo de dudosa conveniencia". El dirigente dijo sentirse "sorprendido por el contenido, el que refleja claramente que los autores tienen un total desconocimiento de que estamos atravesando una crisis de gran magnitud. Esto es un distanciamiento gigantesco de la verdadera realidad nacional".