A dos días de su asunción, el mundo político ha criticado duramente el nombramiento de monseñor Juan Barros como el nuevo obispo de Osorno.
Barros es acusado de haber encubierto los abusos sexuales cometidos por el ex párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón de El Bosque, Fernando Karadima.
En esta línea y a través de una declaración pública, el ex Presidente Eduardo Frei señaló: "En mi calidad de católico, de ex representante de Osorno y de la X Región en el Senado y de ex Presidente de la República, no puedo quedar indiferente ante la próxima asunción de Monseñor Juan Barros Madrid, como Obispo de la Diócesis de Osorno".
"Es de público conocimiento el rechazo que su designación ha provocado en la comunidad católica de la zona y en la comunidad católica nacional, en general. Sin comunidad, no hay Iglesia, y como nos ha enseñado el Santo Padre, la comunidad debe ser escuchada. Así lo han señalado por lo demás, distintas autoridades de la propia Iglesia chilena y mucho pastores", añadió.
Asimismo, el ex Mandatario enfatizó que "la situación de Monseñor Barros, además, ya ha traspasado nuestras fronteras y medios con gran prestigio y de enorme influencia internacional, se han referido al caso afectando gravemente ya no sólo a la comunidad católica de nuestro país, que se ha expresado en forma mayoritaria, sino que quizás también a la Iglesia Católica universal".
"Al asumir su cargo, Monseñor Barros está anteponiendo una cuestión personal por sobre el interés de la Iglesia, a la que se comprometió a servir, y de la comunidad en general. Monseñor Barros ha sido designado por Su Santidad el Papa Francisco, a propuesta de la Congregación de los Obispos, pero él no ha sido obligado. La comunidad de Osorno y la comunidad en general, esperan de Monseñor Barros una actitud que permita superar esta situación", finaliza el comunicado.
MARIANA AYLWIN: "DEBIERA DAR UN PASO AL LADO"
En tanto, la ex ministra, Mariana Aylwin, aseveró en entrevista con La Segunda que Barros debiera dar "un paso al lado" ya que un obispo no puede ser un factor de desunión y conflicto.
"Las consecuencias de asumir este cargo le hace daño a la Iglesia y aleja a los fieles". añadió.
En esta sentido, indicó que el nombramiento de Barros como obispo de Osorno es incomprensible, "es como si la Iglesia chilena estuviera en otro mundo. Pero lo más interesante es que han sido los católicos, los fieles, las congregaciones, otros sacerdotes y la ciudadanía los que se han manifestado en esto".