Oficialismo y oposición fijan criterios para negociar nombre del próximo contralor

En el oficialismo ya se acordó que no se designará algún ex ministro o ex parlamentario del bloque. En la Alianza piden a un funcionario de carrera de la Contraloría, sin militancia política.




Hoy, a las 11:30, Ramiro Mendoza asistirá a la comisión especial del Senado encargada de revisar proyectos de ley sobre probidad y transparencia.

Esta será la última vez que el abogado irá al Congreso en su calidad de contralor de la República, antes de dejar oficialmente su cargo mañana viernes.

Bajo este escenario, durante las últimas dos semanas la ministra de la Secretaria General de la Presidencia (Segpres), Ximena Rincón, se reunió con todos los jefes de bancada de senadores, tanto de partidos de oposición como del oficialismo, así como también con los independientes.

La ronda de encuentros realizados por la secretaria de Estado tuvo como fin discutir  desde ya los criterios que tendrá el gobierno para elegir el nombre que será presentado ante el Senado para elegir al sucesor de Mendoza  por  los próximos ocho años.

Así, La Moneda busca evitar lo ocurrido en 2010, cuando el anterior gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet tuvo un contralor subrogante por cerca de un año, ya que no lograba un acuerdo.

El lunes pasado, durante la última cuenta pública del contralor, Bachelet declaró: "Se avecina una nueva etapa para la institución, y sé que muchos sienten la ansiedad de conocer el nombre que propondremos. La nominación llegará en su momento, pero tengan la certeza de que la elección se basará en la idoneidad profesional, la capacidad de entender los nuevos desafíos que demanda la tarea fiscalizadora en nuestro país".

Más allá de las declaraciones de la Mandataria, las posiciones tanto de la Nueva Mayoría como la Alianza respecto a este tema ya están claras en el Senado.

Desde la oposición piden un criterio específico para la elección de la futura autoridad: alguien que actualmente sea parte de la Contraloría, que tenga una carrera en la institución, priorizando así un perfil más técnico.

El argumento planteado por los senadores de Renovación Nacional Andrés Allamand y Alberto Espina, es que -dado el actual escenario de cuestionamientos a la clase política- se necesita una figura independiente, que sea capaz de dar garantías de parcialidad para asumir este nuevo cargo y que, por lo tanto, no debe tener militancia política.

Así, uno de los nombres promovidos por la Alianza es el de la actual subcontralor, Patricia Arriagada, quien trabaja en esta institución desde 1974 y fue designada en su actual cargo por Mendoza.

Otro de los funcionarios impulsados por la Alianza es Osvaldo Vargas, quien se encuentra la institución desde 1990 y actualmente se desempeña como el jefe de división de infraestrcutura y regulación de la entidad.

En el oficialismo comentan que la intención de la Alianza de poner un funcionario que  sea parte de la Contraloría es una opción desechada, argumentado, a su vez, que estos nombres promovidos por los senadores serían cercanos a la oposición.

Así, en el oficialismo descartan un funcionario de carrera de la institución y promueven una figura con trayectoria en este tipo de temáticas que sea cercano al oficialismo. Junto a esto, aclaran que no es necesario que tenga militancia política, pero si la tiene, no será un impedimento para ser nominado.

Junto a esto, en el gobierno y la Nueva Mayoría se acordó que no se visará el nombre de algún ex ministro, ex parlamentario o ex funcionario de gobierno para este cargo.

De esta forma, nombres como el de Soledad Alvear o José Antonio Viera-Gallo -quienes sonaron como posibles candidatos- quedan descartados.

En este criterio existe coincidencia con la Alianza, quienes ya adelantaron que cualquier "ex figura" de la Concertación o Nueva Mayoría será rechazado en el Senado.

Gobierno busca unanimidad

Las conversaciones con los independientes, en tanto, han estado lideradas por los senadores Lily Pérez y Antonio Horvath, quienes ya informaron a Rincón que no aprobarán la designación de un Contralor con militancia política.

Así las cosas, el gobierno requiere 23 votos para lograr la aprobación del nombre que designe la Mandataria, por lo que necesitarían -al menos- sumar a dos independientes para obtener el quorum requerido.  Sin embargo, en La Moneda reconocen que -dado el actual escenario- esperan lograr la aprobación del próximo contralor con la unanimidad de la Cámara Alta.

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