Irán ha mejorado su cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), sin embargo esta agencia de la ONU con sede en Viena exige que se incremente la presión sobre la república islámica para que responda a las cuestiones pendientes.
Así se desprende del informe que el director del organismo, el egipcio Mohammed el Baradei, entregó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que se hizo público hoy.
En el capítulo de respuestas pendientes se trata de la falta de información sobre los proyectos de armas, que Irán impulsó en el pasado y que podrían estar relacionadas con las armas nucleares. El OIEA ha informado en reiteradas ocasiones que el país no ha tratado de forma adecuada las cuestiones esenciales, señala El Baradei en su informe.
En lo concerniente a la instalación de enriquecimiento de uranio de Natanz, el régimen islámico se mostró sin embargo más abierto. El gobierno de Teherán facilitó a los inspectores del OIEA una mejor supervisión y han ralentizado su enriquecimiento de uranio, señala el informe.
A su vez, se permitió a los controladares visitar el reactor que se encuentra en la construcción.
En algunos países se sospecha que Irán, encubriéndose en un programa de teconologíca nuclear para fines civiles, trabaja en secreto en la fabricación de una bomba atómica. El gobierno de Teherán siempre ha negado este extremo y afirma que su programa nuclear es sólo para conseguir más energía.