El otrora lateral de Colo Colo y la Selección, Gabriel Mendoza, recuerda muy bien las pichangas que disputaba en su Graneros natal, cuando junto a sus amigos soñaba con llegar al profesionalismo y jugar a estadio lleno.
Recuerdos que parecieron refrescarse el pasado sábado 8 julio, cuando junto a Iván Zamorano y otros ex futbolistas, encabezó una intervención urbana en el marco del lanzamiento de la décimo sexta versión de la Copa Enel.
Y cómo no, si los ex jugadores llegaron a la Villa México, hogar de Bam Bam en su infancia, para enfrentar en el pavimento del pasaje al representativo de Independencia, monarcas 2016 del certamen de baby fútbol más importante del país.
"Esto era el Monumental comparado donde yo empecé a jugar. Las calles donde jugaba eran de tierra, imagínate como empezó (Marcelo) Vega en Copiapó", recuerda Mendoza.
Y el volante concuerda. "En Copiapó había, y todavía, puras canchas de tierra. Ahí empezamos, jugar en pasto era casi un sueño", comenta el ex volante de Unión Española, Colo Colo y Universidad de Chile.
Es que si bien estos ex jugadores lograron cuajar una carrera exitosa, con pasos por el extranjero y la Selección, de todas maneras reconocen que haber tenido un certamen como la Copa Enel en su infancia podría haber marcado positivamente sus carreras.
"Este tipo de campeonatos entrega oportunidades para los niños, para el futuro de Chile. En la Copa Enel se dan todo el tipo de facilidades para que el niño pueda desarrollarse como persona, para que pueda compartir, para que se pueda expresar en una cancha. Hubiese sido espectacular tener un campeonato como este cuando nosotros teníamos 12 ó 13 años", comenta Mendoza.
En esa línea, el ex lateral de Sao Paulo destaca los beneficios que entregan este tipo de campeonato, donde los más de 100 mil niños y niñas que han dado vida al certamen en ese tiempo, han contado con la infraestructura necesaria y una implementación de primer nivel a la que pocas veces pueden tener acceso.
"Sin duda es muy relevante que exista este tipo de torneo. Claro que nos habría ayudado cuando nosotros éramos niños. Si bien es cierto, gracias a Dios, tuvimos carreras exitosas, lo que más nos dejó el deporte fueron valores amistad, que es la base de este campeonato", comenta Pablo Contreras.
Además, los ex seleccionados nacionales destacan la posibilidad que tiene el equipo campeón de viajar a Italia para enfrentar a la Sub 13 del Inter de Milán, ya sea por el roce que adquieren o por la oportunidad que representa para niños que muchas veces no han tenido la oportunidad de salir.
"Para ellos la posibilidad de viajar es un sueño. Todos los que jugamos tuvimos esa ilusión", comenta Contreras.
"Todos los que participan en la Copa Enel deben soñar con viajar, muchas veces hay niños que ni siquiera salen de sus comunas, entonces tener las posibilidad de viajar a Italia, para ellos es un sueño que pueden cumplir", complementa Mendoza.
Opción de recambio
Es cierto que el postulado tanto de los organizadores de la Copa Enel, como de su embajador Iván Zamorano, no es otro que fomentar la vida sana, el deporte y la entrega de valores que sirvan a los participantes más allá del campeonato.
Sin embargo, y a lo largo de los 16 años en que se ha disputado este certamen, no son pocos los niños que han tenido en este campeonato el trampolín perfecto para llegar al profesionalismo.
Renato González, volante de San Marcos de Arica y ex Universidad de Chile; Jaime Carreño y Carlos Lobos, en Universidad Católica; y Pablo Aránguiz, en Unión Española, son parte de los valores que pasaron por la Copa Enel en su infancia y que hoy gozan de un gran pasar en sus clubes.
"Hay que entender que para conseguir lo que uno quiere se necesita sacrificio, y perseverancia. Ojalá que esta copa le permita a muchos jugadores llegar al profesionalismo", comenta Pablo Contreras.
De hecho, ex zaguero del Mónaco asume que "si bien no es fácil llegar al profesionalismo, en este tipo de campeonatos hay muchos talentos, hay material de sobra para los equipos. Ojalá que muchos de estos jugadores puedan representar a Chile en el futuro.
En esa línea, Mendoza reconoce que a la actual generación dorada, la de las dos Copa América y el segundo lugar en Copa Confederaciones, "le queda muy poco", por lo que espera que ojalá podamos desarrollar a estos nuevos jugadores para que sean su reemplazo".