El estado norteamericano de Oklahoma está evaluando la posibilidad de utilizar las "cámaras de gas" como método para la ejecución de las condenas a muerte, en espera de que la Corte Suprema de Estados Unidos se exprese sobre el uso de los medicamentos empleados para las inyecciones letales.

Tras la apelación de tres condenados a muerte en Oklahoma, la Corte Suprema estadounidense se comprometió con revisar la constitucionalidad "de nuevas combinaciones de fármacos para la inyección letal que algunos estados utilizan para las ejecuciones", informaron hoy fuentes judiciales.

La Alta Corte, que el mes pasado permitió la ejecución de un detenido con la misma combinación de fármacos, tendrá que decidir si el uso del cóctel viola la prohibición de la Constitución estadounidense de infligir tratos crueles.

En particular, los jueces deberán verificar si el sedante midazolam puede ser utilizado en las ejecuciones como resultado de los temores de que no produzca un profundo estado de coma y de inconciencia.

Deberán además asegurarse de que el detenido no experimente un dolor intenso e inútil cuando le son inyectados otros fármacos para matarlo.

El año pasado en Tennessee fue aprobada una ley que permite el empleo de la silla eléctrica en el caso en que no se puedan obtener los fármacos necesarios para la inyección letal, mientras en Utah y Wyoming se está considerando restaurar la utilización del "pelotón de ejecución".