Desde muy temprano comenzaron a instalarse ayer en el centro de eventos Munich de Malloco los primeros expositores del Oktoberfest 2013, la fiesta de la cerveza más masiva del país y que hoy abre sus puertas a partir de las 18.00.
"Esta es una gran oportunidad para todos los microcerveceros del país que pasamos un invierno muy malo -porque la cerveza es estacional-, pero nos nivelamos en Malloco. Este año trajimos 10 mil litros más que el 2012, porque sabemos que vendrá más gente", dijo Rodrigo Carrera, director de O'Doolan, cerveza artesanal del Cajón del Maipo con estilo irlandés.
Chile esta representado por 58 marcas, de las cuales 12 participan por primera vez. Desde el extranjero llegaron otras 10, la mayoría de Alemania y Bélgica, como la famosa Gulden Draak, y por primera vez de Uruguay, Grecia y México.
La chilena Starkbier estará presente con Dark Rott, la de mayor graduación alcohólica de la fiesta, y con su variedad especial Satan Pilsen, de extra amargor. "Tiene una carga muy grande de lúpulo, es seca y muy astringente. Es un tipo que se toma mucho en Europa y que en Chile recién se está dando a conocer", relata Nicolás Suárez, maestro cervecero de Starkbier. Además, mostrará sus cervezas de frambuesa, verde con clorofila y con miel. Para Diego de la Fuente, brand manager de Kross, "esta fiesta es un momento para conversar con nuestros clientes y testear sus gustos".
Se calcula que 120 mil personas la visitarán este año, superando los 116 mil de la versión anterior, privilegiando la calidad de las marcas invitadas por sobre la cantidad. Ese es el sello que los organizadores han querido imprimir a esta multitudinaria fiesta en su novena versión, controlando también el número de visitantes por día. Por eso recomienda comprar los tickets con tiempo para no quedarse sin entrada, como ocurrió el año pasado. "Tenemos especial cuidado en entregar un buen servicio, que la gente este cómoda y seleccionar a las mejores marcas, ya consolidadas. Además, nos diferenciamos con las otras fiestas de la cerveza porque somos, junto con la de Valdivia, las únicas con verdadera tradición alemana", explica Helena Ríos, organizadora del evento. Para evitar accidentes, se hizo un convenio con taxibuses para que se estacionen dentro del recinto y puedan llevarse, por mil pesos el pasaje, a los visitantes. Además, se harán alcotest gratuitos a los conductores.