La mudanza no les tomó más de ocho cuadras a los okupas de calle República 550. A los pocos días de que la policía los desalojara de la propiedad estatal que durante cuatro años mantuvieron tomada, el colectivo AKI encontró "casa nueva". El problema es que, otra vez, el sitio es ajeno. Y sus verdaderos dueños ya lo reclaman.
Lo habían anunciado. "No detendrán nuestros sueños... las ideas no se desalojan. Por un desalojo, 10.000 okupaciones", escribieron en su página web horas después de ser desalojados de la antigua casona construida por el arquitecto Josué Smith Solar -el diseñador del Club Hípico- el 14 de julio pasado.
Así llegaron hasta Beauchef 1225, una propiedad que se encontraba deshabitada, ubicada en el mismo barrio de Santiago, donde buscan mantener las actividades que realizaban en República 550. Hace una semana abrieron la casa como sede de su nuevo "Centro de Investigacion Escenika AKI", para continuar los talleres de música, teatro, baile y equilibrismo, a los que asistían más de 500 personas.
No quieren hablar, pero en privado aseguran que su labor es "artística" y no delictiva. Enfatizan en que, para participar en sus actividades, se exige respetar las reglas de convivencia y pagar con una pequeña cooperación.
Las reglas son pocas, pero claras: no se puede fumar ni tomar al interior del recinto y se debe mantener el orden. Pese a eso, tras el desalojo de República 550 se pudo apreciar el deterioro: personeros del Sernam dijeron que se necesitarían unos $ 20 millones para arreglarla.
LA MISMA HISTORIA
El dato de la nueva casa desocupada les llegó casi como un regalo a los okupas, según su versión. Ellos explican, en Facebook, que tras haberse enterado del desalojo de República, alguien que se identificó como Jorge Montecristo los contactó y los llevó a conocer este nuevo espacio, donde les entregó las llaves y les ofreció quedarse. Tras ello, desapareció, aseguran.
Sin embargo, la propiedad tiene un dueño, que ya tomó medidas para que los okupas dejen la vivienda: se trata de la Universidad de Chile. Al ser alertado de la ocupación, el administrador del campus de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la universidad, Fernando Solari, fue al recinto junto a personal de la casa de estudios. Allí verificaron que los candados de las puertas estaban cortados y que tres jóvenes estaban en las afueras del inmueble. Ellos les dijeron que sólo con una orden de desalojo abandonarían el lugar. Además, añadieron que no querían provocar ningún daño al inmueble.
El abogado Javier Besoaín, en representación de la facultad, realizó la denuncia por el delito de "usurpación violenta", pidiendo el inmediato desalojo del inmueble. La denuncia fue estampada el pasado 24 de julio, ante la Segunda Comisaría de Santiago. El abogado confirmó a La Tercera la presentación de la denuncia, que es investigada por la Fiscalía Centro Norte. En el caso anterior, las autoridades tramitaron durante cuatro años el desalojo.