Una ola de frío en el sur de China y las fuertes lluvias registradas en el este de Australia han alterado las operaciones en varios puertos claves, provocando aplazamientos en la carga de barcos y largas filas de buques.
El mal tiempo en los dos países ha frenado el transporte interno hacia los puertos, demorando las exportaciones y obligando a varias compañías de Australia a declarar la fuerza mayor en sus envíos. "Estamos notando una acumulación de tonelaje retenido en los fondeaderos en Australia y China", dijo Global Ports, con sede en Gran Bretaña, que publica un índice diario de congestión marítima.
"Esto podría ser una buena señal para que las tarifas de los fletes empiecen a subir, a medida que el suministro se ve afectado", agregó. El número total de navíos en fondeaderos en Australia subió a 140 el viernes desde 124 la semana previa, y comparado con 92 un mes atrás.
El tiempo húmedo tuvo el mayor impacto en la terminal australiana de carbón de Dalrymple Bay, donde las demoras en el cargamento se incrementaron en un promedio de nueve días la semana pasada, dijo Global Ports.
Los transportadores de material seco a granel en promedio estaban esperando de 11 a 33 días para ingresar su carga en la terminal. Una mayor congestión también fue reportada en las terminales de carbón australianas de Newcastle y Port Kembla.
En el sur de China, la nieve y el aguanieve forzaron la semana pasada el cierre de aeropuertos menores y bloquearon a miles de camiones, muchos con destino a puertos cercanos. El número de navíos de envergadura máxima (capesize) que estaban esperando cargar en los fondeaderos de terminales de mineral de hierro y carbón en China se incrementó a 49 el viernes desde 46 la semana previa, dijo Global Ports.