En el Teatro de los Sueños, el Celta de Vigo quería seguir con el suyo. Luego de caer por 0-1 ante el Manchester United, por la semifinal de ida de la Europa League, el equipo de Eduardo Berizzo requería una proeza en Old Trafford para alcanzar la final del certamen. Estuvo muy cerca, pero no se pudo. Haciendo un más que correcto partido, empataron 1-1 en Inglaterra. No les alcanzó.

Por más intenciones que haya tenido el cuadro gallego, la efectividad fue escasa. Tuvieron la pelota, abrieron la cancha, se acercaron mucho al arco de Sergio Romero, pero sólo anotaron una vez, cerca del final. En el primer tiempo el dominador fue el United, y con justicia se pusieron en ventaja mediante un cabezazo de Marouane Fellaini, tras un hermoso pase de Marcus Rashford (17'). Este tanto fue el 100 de los Diablos Rojos en la temporada.

El segundo lapso mostró a un Celta propositivo, que no tuvo pánico escénico en semejante recinto. El sueco John Guidetti tuvo varias ocasiones para anotar pero no pudo. A cinco minutos del final, el empate lo convierte el argentino Facundo Roncaglia, mediante un golpe de cabeza. El anhelado tanto le daba vida a los gallegos, que requerían de un tanto más para clasificar a la final. El partido terminó con los ánimos caldeados, luego de las expulsiones de Eric Bailly y del mismo Roncaglia. Al final el local festejó. Los jugadores del elenco español terminaron masticando la rabia.

De esta manera, el sueño continental del Celta se esfumó, aunque queda el consuelo de entrar en la élite europea, consiguiendo su mejor campaña histórica en competencias de la UEFA. Por su parte, el Manchester United se instala en la final de Estocolmo, del próximo 24 de mayo, para tratar de obtener el único título que no está en las vitrinas de la institución. Además, el campeón clasifica a la Champions, otro atractivo que genera ser el monarca.

Su rival en la instancia decisiva será el Ajax, que eliminó con sufrimiento al Olympique de Lyon.