El presidente del Perú, Ollanta Humala, prometió que se aclarará la muerte de una niña de nueve años en una confusa operación antisubversiva en la selva, pero respaldó las versiones de sus ministros de Interior, Wilfredo Pedraza, y Defensa, Pedro Cateriano.

"Que quede bien claro que habiendo tenido la vivencia como militar y que he luchado contra los terroristas en la zona de emergencia nuestra posición es distinta a las de antes. No ocultamos nada, somos los primeros en pedir que se aclare ésto. Ya la posición oficial la dieron los ministros", les dijo Humala a reporteros.  "Antes había una política de oscurantismo. (Ahora) no aceptaremos cuestionamientos de ese tipo", agregó el mandatario en medio de la tormenta que puso a Pedraza y Cateriano en riesgo de ser investigados por la Fiscalía y censurados por el Congreso.

El mandatario, cuya esposa, Nadine Heredia, resultó salpicada, rompió así el silencio sobre lo que para algunos analistas fue un nuevo error militar avalado por Pedraza y Cateriano.

"Si (los ministros) tuvieron algún conocimiento de la operación podríamos estar en una responsabilidad funcional de mando. Eso será materia de investigación y se determinará el grado de responsabilidad y participación", dijo el fiscal general, José Peláez.

Peláez añadió que si Pedraza y Cateriano insisten en mantener una versión falsa "sería materia de otro tipo de responsabilidad que podría encontrar otra figura delictiva".

El parlamentario socialista Javier Diez Canseco planteó que el Congreso censure a Pedraza y Cateriano para que haya responsabilidad política en la operación que además de la niña muerta dejó a una madre sometida a intervenciones junto a tres hijos pequeños.

"Ha sido deplorable, sobre todo porque los ministros, que no han estado en los hechos, repiten una versión que no tiene ninguna consistencia", afirmó Diez Canseco.

El escándalo empezó el domingo, cuando las Fuerzas Armadas anunciaron el rescate de tres niños secuestrados por el grupo ultraizquierdista armado Sendero Luminoso y la captura de dos mujeres que los cuidaban en área selvática del departamento de Junín.

Los niños fueron trasladados a Lima y recibidos con gran cobertura mediática por Heredia y la ministra de la Mujer, Ana Jara, mientras las detenidas quedaban a disposición de la Policía.

Todo cambió pronto con informes llegados de Junín. Los niños, de ocho y cuatro años y de 10 meses, no estaban secuestrados, sino que acompañaban a su madre, Aquilina Paucarcaja, una de las detenidas. Los vecinos del distrito Santo Domingo de Acobamba dijeron que ésta no era senderista sino una campesina extorsionada por subversivos para entregar víveres.

Los hechos se agravaron al conocerse que las tropas dispararon y en medio del caos murió la hermana mayor, de nueve años, de quien en principio no se hizo mención. Los fiscales que levantaron el cadáver detectaron que fue arrastrado con presumible intención de ocultarlo.

Ante eso, Pedraza y Cateriano cambiaron la versión a que lo que hubo fue una operación para atrapar al supuesto senderista "Óscar". Asimismo, aclararon que Paucarcaja no está presa, sino "protegida".

Testimonios reunidos por periodistas en Santo Domingo dicen que la tropa disparó indiscriminadamente y la niña recibió un balazo en la espalda. Pedraza y Cateriano niegan que haya habido error.

En el año de gobierno de Humala han sido continuos los presuntos errores de las Fuerzas Armadas en la lucha contra Sendero. Dos ministros de Interior y dos de Defensa han tenido que irse en medio de cuestionamientos.