Ayer, a menos de 48 horas de la goleada sufrida ante Cobreloa en Calama, el entrenador de Colo Colo, Omar Labruna, se reunió junto a Leonidas Vial, principal controlador de Blanco y Negro, y Andrés Vicuña, presidente de la Comisión de Fútbol del "Cacique", además del director deportivo, Juan Gutiérrez, para analizar el 5-2 ante los loínos.
Según manifiestan altas fuentes de la concesionaria, en la cita los directivos le pidieron explicaciones al DT por la caída ante los naranjas. Sin embargo, lo más relevante de lo que se conversó fue que todas las partes definieron la necesidad de la llegada de un defensa central, pese a la negativa inicial de ByN.
El estratego viene solicitando el arribo de un defensa desde la pretemporada, tras la lesión de Sebastián Toro, algo a lo que la dirigencia se ha negado luego de la frustrada contratación de Carlos Labrín.
En ByN responsabilizan al DT del abortado arribo del hoy jugador de Huachipato. "Labruna fue quien no quiso a Labrín. Cuando ya estaba todo definido, dijo que no lo quería y eso nos sorprendió, porque se hicieron todos los esfuerzos para fichar al jugador", asegura un director de ByN.
Pero la situación ha cambiado. El "Cacique" sólo cuenta con tres centrales (Christian Vilches, Leandro Delgado y Luis Mena), y con la expulsión del ex Unión Española ante Cobreloa, Mena jugaría el domingo ante Unión La Calera, siempre y cuando supere la contractura que arrastra desde la semana pasada y que lo marginó ante Cobreloa.
En la reunión de ayer, que se prolongó por más de una hora en las oficinas de Vicuña, volvió a aparecer el nombre de Lucas Domínguez, un viejo anhelo del DT.
El jugador perteneciente a Audax Italiano ya fue sondeado por ByN. Durante la pretemporada, los albos hicieron una oferta por el zaguero, que no satisfizo a los directivos floridanos, quienes piden, como mínimo, US$ 400 mil dólares por el 50 por ciento del pase del ex seleccionado nacional.