La Organización Mundial de la Salud (OMS) espera que las primeras vacunas contra la gripe AH1N1 puedan ser aprobadas por los organismos reguladores el próximo mes de septiembre y considera que serán seguras, aunque no se pueden excluir ciertos efectos secundarios en algunos casos.

"Los primeros ensayos clínicos han empezado en julio y creemos que ya habrá resultados para la primera mitad de septiembre", señaló hoy MariePaule Kieny, directora para la Investigación de Vacunas de la OMS.

"Estos ensayos nos dirán si serán necesarias una o dos dosis de vacuna para inmunizar a una persona contra el nuevo virus", agregó la responsable en una conferencia de prensa virtual.

Kieny aclaró que ya se están realizando ensayos clínicos en cinco países EEUU, Reino Unido, China, Australia y Alemania y que esperan que pronto se hagan en otros.

"Estamos en el buen camino hacia el desarrollo de la vacuna", señaló.

EFECTOS SECUNDARIOS
La responsable incidió en que los procesos de control del desarrollo de la vacuna pandémica permiten garantizar la seguridad de ésta, aunque "ninguna vacuna tiene efectos secundarios 0".

Consultada sobre cuáles pueden ser estos efectos, citó algunos "leves", como fiebre, dolor, náuseas o mareos, pero dijo que en algunos casos pueden darse otros más raros y graves.

SEGURIDAD
En este sentido, la OMS difundió hoy un documento acerca de la seguridad de la vacuna pandémica, en el que advierte a los países muchos de los cuales planean inmunizaciones masivas de sus poblaciones o de gran parte de ellas de que lleven a cabo una vigilancia "intensa" sobre la seguridad y eficacia después de la inoculación.

La OMS considera imprescindible esta vigilancia posterior, debido a que numerosas zonas, entre ellas Europa y EEUU, planean aprobar la vacuna contra este nuevo virus acelerando el proceso, lo que implica suspender algunos ensayos clínicos.

"Algunos efectos secundarios que aparecen raramente en los ensayos clínicos pueden hacerse más patentes cuando un gran número de personas recibe una vacuna pandémica", afirma la OMS en su recomendación.

Kieny quiso calmar los temores surgidos en algunos medios acerca de los efectos que puede tener la inmunización contra el nuevo virus en grupos vulnerables, que previsiblemente serán los primeros en ser inoculados.

"A lo largo de décadas, se han administrado millones y millones de vacunas a niños, mujeres embarazadas y otros", subrayó.

Algunos países, entre ellos europeos, tienen en mente vacunar a toda la población con este virus nuevo de la gripe que se conoció en junio pasado y se ha convertido en pandemia, tras extenderse rápidamente a 168 países.

MILES DE INFECTADOS
Conforme al último balance publicado esta semana por la OMS, ya hay más de 162.000 infectados y, aunque en la gran mayoría de los casos la enfermedad tiene síntomas leves, ha causado la muerte de 1.154 personas, en su mayor parte en el continente americano.

Pero "estas cifras subestiman la realidad", según la propia organización, pues ya no se pide a los países que reporten cada caso.

Kieny afirmó hoy que las agencias reguladoras de medicamentos llevarán un control intenso sobre cualquier reacción adversa en las personas vacunadas, especialmente los grupos vulnerables.

"La presión del tiempo significa que los datos clínicos en el momento en que la vacuna pandémica sea administrada serán inevitablemente limitados. Por ello, serán necesarios más test sobre la seguridad y la eficacia después de que haya comenzado la administración de la vacuna", afirma el documento de la OMS.

Y advierte de que "será vital el intercambio internacional de los datos de vigilancia posteriores al inicio de las campañas, para poder evaluar la relación riesgobeneficio y determinar si se necesitan cambios en la política de vacunación".